Hollande busca reactivar el empleo con una ley de desregulación resistida en sus filas

PARÍS.- En un intento desesperado de reactivar un mercado de trabajo moribundo y escapar a las sanciones de la Unión Europea (UE), el gobierno francés presentó ayer un proyecto de reformas que, como todo intento de liberalización, ya enfrenta la férrea oposición de numerosos sectores.

El paquete de medidas, propuesto al gabinete por el ministro de Economía, Emmanuel Macron, incluye la posibilidad de abrir los comercios los domingos, liberalizar la práctica de profesiones históricamente reguladas, como escribanos, abogados, secretarios de juzgado o rematadores, y someter a la competencia internacional a las empresas de autobuses de larga distancia.

El centenar de artículos del proyecto, que será examinado a fines de enero por la Asamblea Nacional, también incluye una reforma de la legislación para las empresas en dificultad y la apertura del capital de los aeropuertos de Lyon y Niza.

El proyecto del ministro de Economía -brillante ex dirigente del banco Rothschild y, con 36 años, el miembro más joven del gabinete Hollande- cuenta con el apoyo de la poderosa central empresaria francesa. Según el Medef, se trata de "un auténtico paso en la buena dirección".

La mayoría de los líderes empresarios, así como la oposición de derecha, consideran, sin embargo, que el gobierno socialista de François Hollande no hace los esfuerzos necesarios para que el país consiga salir de la parálisis económica actual. La razón de esa prudencia gubernamental es simple: aun antes de ser presentado oficialmente, el proyecto de ley fue atacado desde los sectores más a la izquierda del Partido Socialista (PS).

Martine Aubry, ex primera secretaria de la formación y actual alcaldesa de Lille, publicó ayer mismo una columna en la prensa para anunciar su intención de "luchar contra las medidas presentadas, que significan un retroceso para la sociedad". La diputada socialista Marie-Noelle Lienemann declaró que el proyecto "pone en tela de juicio todas las batallas históricas de la izquierda". Numerosos parlamentarios del ala izquierda socialista advirtieron que no votarán a favor del texto si el gobierno lo presenta en las actuales condiciones.

"Esa firme oposición de un sector de la mayoría parlamentaria obligará al gobierno a hacer concesiones y moderar ciertas medidas", vaticina el politólogo Philippe Dessertine.

El primer ministro, Manuel Valls, ferviente apoyo de Macron, afirmó ayer estar "seguro" de ganar la batalla parlamentaria. "La voluntad reformadora del gobierno...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR