Holanda también está construido para sufrir

SALVADOR.– La historia tiene una deuda con Holanda. Tres finales, ni una copa. Está, otra vez, entre los cuatro primeros. Es el último finalista. No repite la nostalgia del toque, de la elegancia, ni del fútbol total. Es una auténtica naranja mecánica de la furia, del vértigo, de las transformaciones y de la maravillosa libreta de Louis Van Gaal, ya convertido en el entrenador del Mundial. Empieza así, cambia para allá y vuelve a empezar. Conocido en nuestros pagos por haber abofeteado a Juan Román Riquelme metafóricamente (lo despidió, de algún modo, de Barcelona), enemigo público número uno de la prensa holandesa, sus intérpretes lo adoran. Hacen lo que sea. Como Kuyt, el viejo gladiador, que empieza como lateral derecho y acaba como extremo, luego de pasar por tres o cuatro sitios en el camino a la semifinal. O como la última jugada, la maestra, el cambio de arqueros para la definición por penales. Todo le sale bien a Van Gaal, a Holanda. También, saber cómo sufrir.El próximo adversario de la Argentina sufrió la gota gorda porque el fútbol es impredecible. Acaso, injusto. Supera en todos los sectores a Costa Rica, la noble formación que desafía el juego: todos atrás el mayor tiempo que se pueda. Tres tiros en los palos (un tiro libre de Sneijder en el izquierdo, un rebote en Tejera que choca con el travesaño y otro envío del número 10, que también rebota en el parante, ya en el suplementario) y un dramatismo sin igual. Como en ese contraataque en que Costa Rica casi define y manda los pronósticos de los especialistas al demonio. Se hace, al fin, justicia. Con el partido, con la historia que le debe una a Holanda. Acierta todos los penales y un tal Krul le contiene a Ruiz, el crack lagunero y a Umaña, héroe en la anterior definición contra Grecia.Holanda 4-Costa Rica 3, luego de un emotivo espectáculo sin goles que empieza de tarde y acaba de noche. Costa Rica se marcha sin derrotas y apenas con dos goles en su valla: de algún modo también puede creer en aquello de las injusticias. Se va luego de pegarles un puntinazo a dos gigantes como Italia e Inglaterra en la zona de grupos. Con Keylor Navas, uno de los grandes arqueros del Mundial.Como siempre, Robben es el abanderado. Para él no cambia nunca el libreto del entrenador: patea siempre hacia adelante, es un avión que despega sin importar si está en pista. Se nubla, se marea, se...

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