Cómo hizo Banfield dos goles en tres minutos

No hace mucho, Matías Almeyda reconoció que, si fuera por él, "jugaría con más delanteros". Ya sale con tres, desde un sistema táctico que se desdobla en la actualidad desde el 4-2-1-3 al 2-4-1-3 cuando abre a todo el equipo a lo ancho para atacar. Así como los sistemas sin nombres propios no dicen mucho, los sistemas (más los nombres propios) están además condicionados en donde el DT pretende ubicar a su equipo para presionar, recuperar o en donde esperar para intentar quitar. A Banfield se le fueron Toledo, Tagliafico y Salcedo, más importante para la pausa y la elaboración colectiva que por la efectividad en las redes. Salcedo era, muchas veces, quien hacía de enlace entre líneas, más allá del aporte de Erviti y Cazares. Era la paciencia en la elección del mejor pase para que se luzca la explosión de Noir y Bertolo.

Hoy Banfield está en esa búsqueda del equipo, con un Viatri que también tiene condiciones técnicas para ser nexo y Nº 9 al mismo tiempo, como Scocco en Newell's o como lo hacía Pratto en Vélez. Pero mientras evalúa, pretende ganar. Eso no lo resigna, aunque ante Estudiantes, tras el 1-1, Almeyda haya estado pensando más en defender la igualdad que en buscar el 2-1. Vayamos por partes.

Banfield salió a jugar con Yeri, Bianchi Arce, Vittor y Civelli (de ellos cuatro, sólo Bianchi Arce tiene características bien defensivas y así y todo cruza a campo rival con posesión), los demás tienen alma de mediocampistas; más adelante, Domingo y Erviti; Cazares; Noir, Viatri y Bertolo. La apuesta por el riesgo no es nueva. Sin embargo, esta vez dio la impresión de que terminó ganando por aciertos propios, por errores de Estudiantes y más desde la voluntad de los jugadores que del propio DT.

Perdía 0-1 y a los ST, 19 minutos, ingresó Cuero (delantero) por Yeri (lateral), pasando a jugar 2-3-2-3 con Bianchi Arce y Vittor; Domingo, Erviti y Civelli; Cazares y Bertolo; Noir, Viatri y Cuero. En ese segundo tiempo generó siete...