Histórico: más de 300 de Messi para los 10.000 del Barça

En el concierto internacional, Borja es el nombre de un delantero que dice bien poco. Y tampoco ayuda a proyectarlo que juegue en el modesto Eibar. Pero Borja, por la Liga de España, hizo más goles que Lionel Messi: 16 contra 15. Así tomado el dato, por una simple comparación, se podría inferir que la temporada de Leo es floja, aun contemplando que estuvo dos meses inactivo por la lesión en una rodilla.

A medida que se aleja la lupa de ese registro puntual y se utiliza un gran angular, no cabe otra cosa que deducir lo contrario, que la temporada de Messi vuelve a ser fantástica, con aspectos deslumbrantes. Lo encuentra como líder futbolístico de un Barcelona en vías de emular el triplete del curso anterior. Ayer, el equipo catalán se puso al día en la Liga con el partido que adeudaba por su participación en el Mundial de Clubes. Con el 3 a 1 a Sporting en Gijón amplió a seis puntos la diferencia sobre el segundo, Atlético de Madrid, y a siete de Real Madrid. Le espera la final de la Copa del Rey frente a Sevilla. Y la próxima semana empezará a desandar ante Arsenal los 8os de final de la Liga de Campeones.

Messi se está revelando como un genio que puede mudar de piel, siempre en beneficio del equipo y a favor del espectáculo. Puede ser voraz, como ayer, que convirtió dos goles, y también generoso, altruista con sus compinches Luis Suárez y Neymar. Hace dos días, entre enigmático y denunciante, Cristiano Ronaldo espetó en una conferencia de prensa: "Yo sé por qué Messi ejecutó así el penal". Hacía referencia a la asistencia que aprovechó Suárez contra Celta en una jugada que tuvo la repercusión de un aviso publicitario de interés global.

El portugués sospecha que Messi está ayudando a su amigo uruguayo a ser el goleador de la Liga para postergarlo a él. Y se sabe que si Leo entra en la cancha motivado por algún objetivo, es muy probable que lo consiga. Su compañero de ronda de mates suma 24 tantos, contra 21 de Cristiano. A Suárez ayer le atajaron un penal, ejecución que Leo también supo donarle a Neymar en otra ocasión para que reparara algún otro fallido. Barcelona desperdició cinco penales en la Liga (dos Messi, dos Neymar, uno Suárez), como si lo ordinario le provocara cierta desidia. Nunca resignación, como lo demostró Suárez cinco minutos después de que Cuellar le atajara el penal; ese mismo arquero hizo el vuelo infructuoso para frenar el estupendo zurdazo cruzado de Suárez para el...

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