Historias de víctimas marcadas por la sangre y la violencia

MAR DEL PLATA.- A Néstor Labella, Martín Piva y Manuel Juárez les dispararon durante robos. Al remisero Marcelo Agüero lo mataron a puñaladas en venganza porque había atropellado a un motociclista y al turista alemán Adolf Hermann Peterle lo ultimaron a golpes en su motorhome, frente al mar. Marcado a sangre y violencia había arrancado aquella temporada de 2013, una clara señal de lo que vendría en los meses siguientes hasta llegar a fines de diciembre con la escalofriante e inédita cifra de 91 homicidios, según surgió de estadísticas de la Procuración General bonaerense.

Una escalada del delito que aquí tuvo a la muerte presente como nunca antes, ya sea en asaltos -más de una decena de casos- como en las cada vez más habituales riñas familiares y callejeras, que dejaron atrás las discusiones para saldar cualquier mínimo pleito a balazos y cuchilladas.

Un escenario excepcional por magnitud, pero que no se aleja demasiado de lo que vino después. El año último finalizó con casi 70 asesinatos en estas calles. Y en estos primeros dos meses y medio de 2015 ya se registraron 20 homicidios, con la agravante que en los primeros 60 días la ciudad tuvo sus calles atestadas de refuerzos policiales como parte del Operativo Sol de verano.

En las últimas tres semanas se registraron dos homicidios con adultos mayores como víctimas en situación de robo, un perfil bien repetido. A uno lo golpearon y luego lo asfixiaron con una bolsa. A una mujer le desgarraron el cuero cabelludo de tantos golpes de cabeza contra la pared. Tan brutal como en aquel comienzo de 2013 que costó la vida de Carlos Liera, de 91 años, picaneado ante su esposa, que logró...