Una historia de Quijotes

CÓRDOBA.- "Todas esas palabras que de pudor no saben hablan por mí", canta Dárgelos en "Aduana de palabras". El personaje creado por Adrián Rodríguez hace 22 años entreabre, una vez más, la puerta del universo de Babasónicos. Un puñado de enunciaciones, historias, fantasías, mentiras y, por sobre todas las cosas, palabras. Ricas, variadas, ingeniosas, caídas en desuso, inventadas... En la aduana de la banda que acaba de dar a conocer su undécimo álbum de estudio oficial, Romantisísmico , conviven títulos que sólo ellos se animan a utilizar, como "Los burócratas del amor" y las ya clásicas palabras de dos sílabas: "Uso", "Humo", "Casi".Hay apuestas lingüísticas, desafíos que el letrista se plantea del mismo modo que la banda toda buscó distanciarse años luz de su predecesor, A propósito. Lo lograron y lo volvieron a hacer: tenemos ante nosotros uno de los grandes discos del año.Sentado a la mesa de un hotel de nombre internacional, de esos que en su interior lucen iguales en Córdoba o en cualquier rincón alejado del mundo, Dárgelos inicia la charla exactamente donde había quedado meses atrás, en una tarde neoyorquina en el Soho. En aquellos días la banda se asomaba a la Gran Manzana para masterizar Romantisísmico y mostrarse ante los ojos de Sony Music como la gran apuesta de la discográfica a nivel regional. El regreso a la compañía que editó los primeros cinco discos de la banda también tiene parte de esa carga romántica, quijotesca, que se desprende del álbum. Los chicos que fueron abandonados a su merced hoy son estrellas de rock con tratamiento cinco estrellas.A punto de almorzar un pescado a la plancha, Adrián mira atrás y recuerda al adolescente que compraba revistas importadas en la librería Rodríguez. "Quería conseguir alguna entrevista que me pudiese poner algo de luz sobre la música que yo escuchaba, que no tenía ningún punto de contacto con nada. Hoy ya estoy acostumbrado a que la gente no hable de lo que me interesa.–¿Y qué es lo que te interesa?–Me interesan temas que a la prensa no. Lo que más me interesan son los saberes particulares. Son esos pequeños mundos que se conocen a fondo por personas únicas y que no son transmitidos por ninguna enseñanza académica. El yamanismo, la alquimia...–En Romantisísmico prescindís de la ironía. ¿A qué se debe el cambio?–A que me llevó mucho tiempo construir la primera persona. Creo que la manipulo mejor a partir de Infame. Me llevó años construir un cambio hacia ella y eso tiene que ver con el volumen...

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