Historia de una obsesión

La historia de Fábulas de la locura puede considerarse la historia de una obsesión, o la de dos o tres, digamos.Es la historia de un disco con forma de libro, pensado para celebrar el décimo aniversario de un grupo de rock, con un lista de invitados que colmarían hasta la ambición del más ambicioso ejecutivo de marketing de la industria local, de Chizzo de La Renga a Fernando Ruiz Díaz de Catupecu Machu y de Walas de Massacre y Jorge Serrano de los Decadentes a Sebastián Teysera de La Vela Puerca y Emiliano Brancciari de No Te Va Gustar (ver aparte). "En realidad nunca lo sentí como algo ambicioso, pero nos íbamos proponiendo nuevas metas e inevitablemente se alargaban los tiempos. Llegó un momento en el que necesitábamos terminar de una buena vez y por suerte pudimos hacerlo con todos los objetivos cumplidos. Fueron casi dos años de laburo intenso, por momentos de producción temeraria, pero con final feliz", dice Alejandro Fassi, cantante y compositor del grupo Zumbadores, responsable de este disco con historias, que también es libro con canciones, que presentarán esta noche, en La Trastienda.La metamorfosis"Uno siempre busca excusas para celebrar", es la excusa de Fassi para responder por qué hacer hoy un álbum así de grande. "Esa fue la idea inicial, teniendo en cuenta que atravesábamos los diez años de la banda. A partir de ahí, entusiasmo mediante, empezó la metamorfosis y el disco se transformó en un libro/disco, con mas de 50 artistas entre músicos, escritores e ilustradores."Así, cada tema del álbum tiene una fábula y una ilustración inspirada en sí misma (ver aparte) y de allí que el gran desafío termine siendo que las canciones no pierdan la identidad que Zumbadores busca disco tras disco desde hace poco más de una década.¿Prueba superada? "Son las mejores canciones que hicimos en estos diez años, así que celebrar la inspiración lograda con semejantes artistas no es poca cosa", sugiere Fassi, que a lo largo del álbum despliega su poética porteña, de indudable herencia rockera y ochentosa, esa que tiene en los Redondos y Soda Stereo (sí, en ambos) su principal y abarcativa influencia, y que hoy reflejan también compositores y cantantes contemporáneos suyos, como Teysera y Brancciari. Nada es casualidad en esta vida y la participación de ambos...