El hincha

En 52 años de vida no había ido jamás a ver un partido oficial, pero en menos de un mes va ocho veces a la cancha y celebra el campeonato. "El presidente de la república, de pie, con los brazos en alto -lo saluda José María Muñoz por Radio Rivadavia-, como un simpatizante más del fútbol." Lo felicitan, entre tantos, el embajador holandés Honere van de Vrandeler y también Henry Kissinger. Joao Havelange le cede el honor de entregar el trofeo. La revista Somos, de Editorial Atlántida, le dedica la tapa. "Un país que cambió". Y lo muestra eufórico con los brazos en alto gritando un gol, una imagen célebre del fotógrafo paraguayo Higinio González. También lo pone en tapa la revista La Semana, de Editorial Perfil. Hasta la deportiva El Gráfico abre su edición con una entrevista. "Un hombre de sensibilidad" -lo describe-, que "habla en forma sincera y generosa". La conquista -editorializa a su vez Clarín- permite "borrar las imágenes falaces que se propalan sobre nuestro país en el exterior". "¡No pasa nada/ no pasa nada/ si Videla no sale/ nos quedamos hasta mañana!" la nacion lo muestra en primera plana saludando desde un balcón de la Casa Rosada a unos seis mil estudiantes que corean su nombre. La alegría, dice el dictador, "excede los límites del acontecimiento deportivo" y muestra a "una nación que, en plenitud de su dignidad, se ha encontrado consigo misma". Es junio de 1978. La Argentina es campeona mundial por primera vez en su historia. Jorge Rafael Videla está en su apogeo."Fue nuestro mejor momento, pero lo desaprovechamos." El general José Rogelio Villarreal cree que todo hubiese sido distinto si, como él aconsejó, Videla hubiera aprovechado la euforia del Mundial, hubiera ejercido dos años más como presidente civil y convocado a elecciones en 1980. Me lo dice en 2003, en su departamento de la avenida Santa Fe: "De entrada Videla estaba de acuerdo con mi opinión, discutimos hasta los candidatos que podrían presentarse, pero un día llegó de Ejército y me dice que no había plafón. Eso evitó que buscáramos una salida política que pudo haber sido negociada, porque en ese momento teníamos fuerza. Cuando uno está afuera le dicen «pero cómo, en Uruguay se arregló, Brasil se arregló, Chile se arregló y los únicos que no pudieron arreglar fueron ustedes» ". Villarreal, que murió en 2007, atribuyó la caída de su proyecto al ala más dura del Ejército, a la ambición política del almirante Eduardo Massera y al superministro de Economía José Martínez de Hoz...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR