Hermes Binner: la larga marcha del socialista que quiere ser presidente

Es un movimiento mecánico. Lo hizo apenas tomamos la Panamericana y lo repite ahora, a la altura de Ramallo. Cuando su jefe de prensa, Martín Boix, le pasa el teléfono para responder la cuarta entrevista de la mañana, Hermes Binner mete la mano en el bolsillo interior de su saco y despliega sobre sus piernas una hoja tamaño carta, que contiene tres frases escritas por él. Después de una visita fugaz a Buenos Aires, el líder del Partido Socialista regresa a Rosario en la butaca del acompañante de su auto, un Volkswagen Vento azul, modelo 2008. Desde el asiento trasero, me lleva unos segundos descifrar qué dicen esas oraciones, con letra de médico, que Binner repetirá sin cambios durante los próximos días: "Nadie ha hecho tanto por la inclusión social como Santa Fe"; " http://www.lanacion.com.ar/1616567-hermes-binner-alerto-que-se-termina-el-ciclo-k"; "Toda una vida dedicada a la inclusión social".En una campaña sin sobresaltos, en la que el ex gobernador santafecino se encamina a ratificar su liderazgo político en la provincia, una polémica inesperada puso en entredicho su fama de hombre moderado y lo obligó a abandonar el piloto automático. La minicrisis estalló unas horas atrás, por una declaración en la que Binner atribuyó la formación de villas en Rosario a http://www.lanacion.com.ar/1622943-hermes-binner-explico-la-pobreza-en-rosario-por-la-llegada-de-bolivianos-y-tobas. "Vienen paraguayos y bolivianos, pero básicamente son de provincias argentinas", dijo, dejándoles el gol servido a sus rivales, que lo tildaron de "xenófobo" y amenazaron con acusarlo ante el Inadi.Cuando termina la entrevista, el auto queda en silencio. Rubén, chofer de Binner desde hace cinco años, mantiene el velocímetro clavado en 130, marca que no traspasa en ninguna circunstancia. No hay música ni radio. Como cada vez que se genera un vacío en estas cien horas de Marca Personal, el candidato tararea algo que parece un tango. Después, silba bajito, sin un ritmo definido. ¿Qué estará pensando? Es en vano tratar de adivinar qué se esconde detrás de ese gesto serio y de esa mirada vidriosa. No por nada, Dante, su único hermano, lo bautizó "Hermético Binner". Unos kilómetros más adelante, rompe el silencio.–Me tratan de nazi a mí, que me metí en cada uno de esos ranchos –dice, resoplando y negando con la cabeza, como conteniendo la bronca.–Hermes, habría que contar la urbanización de villas que hicimos en Rosario –le sugiere Boix, un licenciado en periodismo de 35 años, que viaja en el asiento trasero.–No, cuanto más aclarás, más oscurece –responde él, con la vista fija en el parabrisas–. Hay que tomarlo como los sinsabores de la política –agrega...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR