Una herida para Scioli y una lección para Macri

Con la , el peronismo gobernante logró condensar sus variaciones internas en una . Ahora necesita que la oposición siga dispersa. El desafío de Cambiemos, la coalición que lideran Mauricio Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió, es sintetizar detrás de sí el voto opositor, a pesar de la multiplicidad de fuerzas que compiten en ese campo. La estrategia para alcanzar ese objetivo es presentarse como la única alternativa competitiva al kirchnerismo. La alianza entre Pro, la UCR y la Coalición Cívica celebró su triunfo de anoche en Mendoza como un éxito de esa pretensión. Es una extrapolación defectuosa y, por eso mismo, ayuda a entender las capacidades, pero también los desafíos, de Macri y de sus socios en la carrera presidencial.

Entre las lecciones de Mendoza hubo una inusual. Perdió el partido que está en el poder. Hubo una victoria del cambio sobre la continuidad en sentido estricto. ¿Ese desenlace anticipará el de Jujuy, La Rioja, Catamarca, Santa Cruz o Tucumán, donde también los oficialismos están amenazados?

Es una incógnita estratégica, porque la dinámica institucional que se abrirá en diciembre dependerá de cómo quede diseñado el mosaico federal. Esa variable es importante para saber, por ejemplo, si el PJ podrá oponer una liga de gobernadores a una eventual administración de Macri.

El resultado mendocino estuvo determinado por algunas condiciones específicas. Una para nada desdeñable: como en la provincia la reelección del gobernador está prohibida, es más fácil la alternancia. Además, se trata del distrito en el que el radicalismo tiene mayor densidad: de allí proceden Sanz, su jefe y precandidato a presidente, y Julio Cobos, su otro líder nacional. Por eso el binomio Alfredo Cornejo-Laura Montero, que ganó por el 48%, se redujo a la UCR. También hay que anotar que los dirigentes que se impusieron ayer tuvieron la ductilidad y la paciencia de elaborar un entramado muy diverso. Un mérito de la predisposición negociadora de Cornejo, Sanz y Emilio Monzó.

El peronismo de Mendoza llegó herido a la elección. Axel Kicillof ha castigado a esa economía regional como sucedió con la de Río Negro, donde perdió Miguel Pichetto. Es la consecuencia de una gestión que, al consagrar el atraso cambiario, sacrifica a los productores en el altar de los consumidores. El consumo, que se sostiene en un inquietante endeudamiento, sigue siendo para el Gobierno la clave de la batalla electoral.

Otro factor que perjudicó al PJ mendocino fue su conflicto...

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