El heredero de la nouvelle vague

Claude Miller no conocía el descanso. Sólo la muerte logró derrotar anteayer, definitivamente, la admirable vocación artística de quien será reconocido como el portador de la mejor herencia de la nouvelle vague francesa a lo largo de las últimas décadas. Tenía 70 años y falleció anteayer, en un hospital de París, tras una larga enfermedad.Miller tuvo el raro privilegio de vivir el mejor entorno imaginable de aprendizaje para un cineasta novel. Agradeció esa posibilidad única de la mejor manera: dejó constancia en sus films de todo lo que recibió de sus maestros, pero a partir de esos cimientos supo construir un camino propio.Pocos como él lograron indagar con tanta precisión, delicadeza y profundidad en los sentimientos humanos a través de sus mejores films ( Ciudadano bajo vigilancia , Betty Fisher , Un secreto , La pequeña Lili ). Lo que llegó a mostrar y lograr allí, curiosamente, no encontró nunca la correspondencia de un reconocimiento formal: las películas de Miller alcanzaron 16 nominaciones al César, equivalente francés del Oscar, pero sólo un triunfo.De todos modos, la valoración de la obra de Miller siempre estuvo más allá de los lauros. Partía de la envidiable formación que tuvo junto a varios maestros indiscutidos (fue asistente de Jean Luc Godard, Robert Bresson y Marcel Carné) y, sobre todo, su condición de colaborador estrecho de François Truffaut, cuya influencia en la obra de Miller resulta insoslayable. No sólo porque trabajó junto al director de Los 400 golpes como jefe de producción, asistente y guionista entre 1965 y 1974, sino debido a que también llegó a dirigir La pequeña ladrona , el film que Truffaut preparaba y dejó trunco al morir en 1984. Su mejor discípulo completó esa obra inconclusa.A Miller habrá que agradecerle su pudor para tratar temas perturbadores, una mano firme y diestra en la intriga y el suspenso y, sobre todo, una gran sensibilidad romántica. También el haber ampliado a casi 3000 pantallas la mayor red de cines del viejo continente durante su mandato al frente de Europa Cinemas.Siempre supo rodearse de enormes actores provenientes de distintas escuelas y generaciones, y todos ellos siempre reconocieron sentirse inmejorablemente tratados durante los rodajes. El público argentino tuvo la ocasión de reconocerlo más de una vez, pese a que su filmografía se exhibió aquí de un modo desordenado y casi aleatorio.Claude Miller no...