Heredero

Julio Humberto Grondona no murió, vive en la nueva dirección de la AFA. El legado del caudillo de Avellaneda apareció en la promesa de "democracia" que el sucesor Claudio "Chiqui" Tapia hizo en su primer discurso. No es una casualidad. Tres décadas de decisiones concentradas en el más hábil jugador del conurbano no se cerraron con su ausencia. La anarquía que siguió a su muerte, para colmo contemporánea del escándalo y de las detenciones de la cúpula de la FIFA, agigantó sus admiradas y temidas habilidades.

Tapia promete democracia y un gobierno "entre todos". Los antecedentes no ayudan al presidente de Barracas Central, un club del barroso subsuelo del ascenso. Su acceso al poder deriva de una sombría trama de negociaciones que terminó de bloquear el ascenso de...

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