El gusto global se vuelve uniforme

La tesis es provocativa, audaz, oportuna. Y ya le ha puesto nombre al fenómeno. Señala que, en el auge de la creación individual de imágenes sobre aspectos de la vida cotidiana como la decoración o el diseño, impulsado por el uso de redes masivas y globales como Pinterest, Airbnb, Houzz o Instagram, en lugar de afirmarse gustos particulares, se tiende a una suerte de cánon o valor estético colectivo.

Lámparas. Sillas. Manteles. Se replican, literalmente, en las ciudades del mundo dando una aire de familiaridad al espacio, con una uniformidad sorprendente, digna de cadenas de comida rápida. Así lo presentaba, ayer, el sitio The Verge y bautizaba al estilo AirSpace, basado en cierto minimalismo que...