Guillermo Moreno: el 'marxismo' de Kicillof, la 'payasada' de la economía y las autocríticas de su gestión

Desde diciembre pasado, Guillermo Moreno ocupa una amplia oficina en un subsuelo de un edificio antiguo de Microcentro, donde está la sede partidaria de Principios y Valores, su nuevo partido político.

Guillermo Moreno está enérgico nuevamente. Desde diciembre pasado ocupa una amplia oficina en un subsuelo de un edificio antiguo de microcentro, en donde está la sede partidaria de Principios y Valores , su nuevo partido político. El ambiente está decorado con cuadros de Perón, Evita, Néstor Kirchner, el Papa Francisco, Maradona, Rosas, de camisetas antiguas de Racing , y hasta de su famosa misión que realizó en Angola, en 2012.

Según el poderoso exsecretario de Comercio de Cristina Kirchner, el gobierno de Alberto Fernández no representa los ideales del expresidente Juan Domingo Perón, y dice que su partido es el único que defiende esos principios y el que puede sacar el país adelante. "Los empresarios nos acompañan y saben esto. Entre Grabois y Moreno, eligen a Moreno" , dice, refiriéndose a él en tercera persona.

En un llamativo giro ortodoxo, el economista que basaba su política anti-inflacionaria en los controles de precios y las amenazas a los empresarios, ahora hace hincapié en que hay que ordenar la macro con una reducción del déficit fiscal. Para eso propone que "los propietarios de la tierra hagan un esfuerzo" para aumentar los ingresos del fisco, que será compensando con un bono en moneda dura a futuro. "La Sociedad Rural no están tan lejos de esta idea. Ordenamos la macroeconomía y nos lanzamos a crecer. Para eso creamos dos fideicomisos en el exterior, administrados por el sector privado y fondeados con ahorro de los argentinos. Con eso logramos 26% puntos de tasa de interés y la Argentina crecerá al 8%", propone.

"Nosotros no somos marxistas, en todo caso eso hay que preguntarle a [Axel] Kicillof. Nosotros somos peronistas y Perón nos enseñó que el que genera valor es el sector privado", indica en una entrevista con LA NACION el precandidato a diputado por la provincia de Buenos Aires. "Las 62 Organizaciones peronistas nos apoyan y los intendentes lo hacen por abajo, como siempre. El peronismo nos está acompañando, lo vamos a ver en las elecciones ", agrega.

—¿Por qué la inflación es alta?

—Porque está desestructurada la macroeconomía de la Argentina. Alberto Fernández heredó un enorme déficit fiscal de Mauricio Macri, pero lo agrandó. Heredó un déficit del sector externo y tampoco lo resolvió. Si tenés desordenada la macroeconomía, es imposible que ordenes los precios relativos de la economía, porque se le hace muy difícil la planificación de los negocios a los empresarios. Pero, si a su vez Alberto Fernández decidió retirar la fuerza del trabajo con la cuarentena, había 18 millones de argentinos trabajando para marzo de 2020 y dejó en el mercado a 4,5 millones y, por el otro lado, imprimió dinero a mansalva, no hay ninguna otra alternativa que esto que estamos viviendo.

—¿Cómo se puede reducir el déficit fiscal?

—Hay que aumentar los ingresos. Hay un solo lugar a donde se puede ir a buscar recursos y es en la Pampa húmeda. Llegó el momento de que los dueños de la tierra entiendan que hay un esfuerzo importante para hacer. No el productor, sino los dueños de la tierra. Sorprendentemente, en nuestras reuniones con la Sociedad Rural estamos llegando a ciertos consensos. Si no hubiese habido retenciones en 2020, el excedente generado en la Pampa húmeda que se llevarían por alquiler los dueños de la tierra eran US$7500 millones, con la soja a US$333, y hoy es un poco más todavía porque aumentaron los precios.

—¿Cómo recaudaría de ahí el Estado?

—Subimos retenciones al productor, pero le bajamos el costo de alquiler de la tierra con una ley de alquileres. El productor queda indiferente en términos de rentabilidad. Hoy se están llevando un tercio de la producción y con eso cerramos el déficit fiscal. Siempre habrá algo que hacer por el gasto.

—¿Cómo qué? Porque parece que el gasto siempre sube .

—No, nosotros durante el gobierno peronista tuvimos superávit fiscal.

—¿Hasta qué año?

—Hasta 2011.

—¿Y después qué pasó?

—Después fue un desorden, vino Kicillof.

—Pero en 2011 Kicillof no era ministro de Economía...

—No, a fin de 2013 llegó Kicillof, pero a partir de 2011 se nos complicó con la crisis de las subprime...

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