Guerra Rusia-Ucrania: ¿Será Putin el asesino de la globalización?

Vladimir Putin, el pasado 25 de marzo, durante una reunión por videoconferencia en el Kremlin

NUEVA YORK.- A los analistas económicos les gusta encontrar analogías históricas, y por buenas razones. Quienes habían estudiado las crisis bancarias del pasado, por ejemplo, entendieron mejor lo que estaba pasando en 2008 que quienes no , pero siempre está la cuestión de qué analogía elegir.

En este momento, por ejemplo, muchos hacen referencia a la estanflación de la década de 1970 . Como ya he argumentado extensamente, se trata de un pésimo paralelismo: la inflación actual tiene características muy distintas a la de 1979-1980, y probablemente sea mucho más fácil de solucionar.

Sin embargo, hay buenas razones para preocuparse por lo que parece un "replay" del año 1914, que marcó el final de lo que algunos economistas llaman "primera ola globalizadora", esa vasta expansión del comercio internacional que hicieron posible los ferrocarriles, los barcos a vapor y el telégrafo.

En su libro de 1919, Las consecuencias económicas de la paz , John Maynard Keynes -que más tarde nos enseñaría a entender las depresiones económicas- se lamenta por lo que consideraba, acertadamente, como el final de una era, "un episodio extraordinario en el progreso económico del hombre". Hasta la Primera Guerra Mundial, dice Keynes, un habitante de Londres podía encargar fácilmente "diversos productos procedentes de cualquier rincón de la tierra, en la cantidad que le pareciera conveniente, y esperar sin demasiado temor a equivocarse que los recibiría en poco tiempo en su puerta".

Pero eso no iba a durar, debido a "los proyectos y políticas militaristas e imperialistas, de rivalidades raciales y culturales". ¿Les suena?

Keynes tenía razón al ver la Primera Guerra Mundial como el final de una era para la economía global. Por tomar un solo ejemplo claramente relevante, en 1913 el Imperio Ruso era un descomunal exportador de trigo: pasarían tres generaciones hasta que algunas de las exrepúblicas de la Unión Soviética reasumieran ese rol. Y la segunda oleada globalizadora, con sus cadenas de suministro que cruzan el mundo gracias a la "containerización" y las telecomunicaciones, recién arrancó en 1990.

¿Estaremos en vísperas de una nueva desglobalización? La respuesta más probable es que sí. Y aunque la globalización tal como la conocemos tiene desventajas importantes, las consecuencias serán mucho más crudas si como yo y muchos otros tememos, se produce un retroceso...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR