Una guerra sin cuartel que dinamita la unificación peronista

El ministro más importante del Gobierno está siendo vinculado con el tráfico de precursores químicos para la fabricación de drogas sintéticas. Un ex jefe de la Sedronar (el organismo argentino encargado de la lucha contra las drogas) está procesado por haber permitido la importación ilimitada de aquellos precursores. Cuatro hermanos de una familia muy cercana a los Kirchner desde siempre, y con cargos en la administración, están bajo investigación judicial por el mismo delito. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, acusó a dirigentes peronistas bonaerenses de consumir drogas. El candidato presidencial del partido oficial, Daniel Scioli, decidió ayer no asistir a los finales de campaña de las dos fórmulas kirchneristas que competirán en la provincia de Buenos Aires. Es el distrito más grande del país y es, al mismo tiempo, el distrito del gobernador y candidato.

La decisión de Scioli revela la magnitud de la lucha desatada dentro del peronismo bonaerense. Ese combate no sólo enfrenta a Julián Domínguez y Fernando Espinoza contra Aníbal Fernández y Martín Sabbatella. También puso en veredas distintas a la mayoría de los intendentes (cercana a Domínguez) y a la policía bonaerense, a la que descubrieron trabajando para Aníbal Fernández. El caso de la policía motivó ya un comunicado público de la institución en el que se comprometió a conservar su imparcialidad en los comicios.

Fue Aníbal Fernández quien deslizó la sospecha de que dirigentes peronistas consumen drogas. ¿O qué quiso decir, si no, cuando les pidió a sus contrincantes internos que "no les compren drogas a los transas"? La política se estremece cuando el peronismo bonaerense ingresa en un período de guerras internas. De hecho, no debería descartarse que la agresión con piedras que sufrió la casa del periodista Jorge Lanata sea un producto de ese combate peronista. Es poco verosímil que haya sido el narcotráfico, porque éste mata, no tira piedras.

Un bloque de conspiraciones supuestas se levantó desde la noche del domingo, cuando Lanata difundió un reportaje de un condenado a cadena perpetua que involucró directamente a Aníbal con el tráfico de efedrina, el precursor químico que se usa para la fabricación de metanfetamina. Sin embargo, nadie respondió sobre el dato más objetivo que existe alrededor de este escándalo: el exponencial aumento de la importación de efedrina durante los años del kirchnerismo. Entre los años 2000 y 2005, el país importaba unos 4500 kilos anuales de...

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