Otro grito, pero sufrido

ATENAS.- Es un seleccionado tan sufrido éste del voleibol, producto de los desbarajustes dirigenciales que lo arrinconaron en el limbo competitivo durante un año y medio, que hasta cuando puede triunfar sin sobresaltos se complica. Como si estuviera acostumbrado a vivir al límite, siempre caminando por la cornisa.

El de ayer, ante Túnez, debía ser el partido más desahogado del grupo para sumar en busca de los cuartos de final. Y llegó al triunfo ante un adversario al que ya había batido en los dos amistosos de la gira previa, pero con una cuota de sufrimiento innecesaria, sin la consistencia y concentración que mostró en el debut ante Francia. Se impuso por 25-20, 23-25, 25-16, 22-25 y 15-10, al cabo de 1h47m, en el estadio Paz y Amistad. Con Marcos Milinkovic, Jorge Elgueta, Hernán Ferraro, Alejandro Spajic, Gastón Giani y Gustavo Porporatto, en la formación inicial, más Pablo Meana como líbero.

Túnez tomó envión en la medida en que la Argentina se lo permitió con sus oscilaciones en el rendimiento. El conjunto de Armoa se metía y salía del encuentro. Tuvo a su figura en uno de sus hombres más experimentados, Elgueta (29 puntos, con 24 remates y 5 bloqueos). En efectividad le siguió Milinkovic, con 14 remates, seis bloqueos y dos servicios.

Tras un primer set en el que se apoyó en Milinkovic, en el segundo capítulo aparecieron los errores en defensa y recepción. La Argentina explotaba la débil oposición africana en la red; sólo en el cuarto set, Túnez obtuvo los primeros puntos (4) a través del bloqueo. Además, mantenía las ilusiones con la potencia de Hfaiedh y de Fehri.

Los vaivenes continuaron hasta en el parcial decisivo. De un 8-5 a favor pasó a un preocupante 9-10. Había que poner el resto, como lo simbolizó Leonardo Patti al volar por encima de un cartel y un banco para alcanzar la pelota. El equipo tomó nota de la alarma y con un par de oportunos bloqueos de Pablo Peralta se encaminó a la victoria.

Apenas terminó el encuentro, Milinkovic hizo una autocrítica: "Todavía no entendimos que jugando al 50 por ciento de nuestras posibilidades podemos perder contra cualquiera. Debemos rendir al...