El grito que se hizo esperar

"¡Vale doble, vale doble!", grita el uruguayo Salgueiro, con el torso al desnudo y los brazos en alto, caminando hacia el vestuario. Tras una corrida de 30 metros, el delantero de San Lorenzo acaba de marcar el gol agónico (a los 48 minutos) que provocó el gran desahogo del Ciclón. Porque luego de un partido pobre, en el que el arquero Migliore evitó la derrota en varias oportunidades, el alicaído equipo conducido por el Turco Asad se encontró con un regalo inesperado y venció 2-1 a Vélez, nada menos, con toda la pica acumulada en los últimos años. Y así, aunque sea por unas horas, San Lorenzo respiró, salió de la zona de promoción y le dio un cachetazo ?prácticamente decisivo? para la lucha por el título al club de Liniers, que acarrea cinco partidos sin alegrías (cuatro derrotas y un empate).Después de varias jornadas cargadas de rumores y mal clima, San Lorenzo se plantó en el Amalfitani con un concepto conservador, intentando no perder, costara lo que costara. Sólo el Tanque Gigliotti se ubicó como atacante, y obviamente quedó relegado y lejos del juego en cuenta gotas que podía generar Pipi Romagnoli, que luce muy falto de explosión. No se puede vivir de los recuerdos, es cierto, muchas veces no vale la pena, pero Vélez sigue lamentándose por las ventas de Silva, Moralez y Ricky Álvarez; y además, se encontró con las bajas del Burrito Martínez y Franco, lesionados. Todo ello es demasiado obstáculo para un mismo equipo. Por eso, ante semejante panorama colectivo, era lógico que el desafío se volviera opaco, con pocas emociones, impreciso, tedioso.Con muy pocos recursos, Vélez se las ingenió para lograr el dominio en la primera etapa, haciendo circular la pelota con cierta seguridad y al ras del piso, entre Augusto Fernández, Zapata, Canteros y Bella. Pero el toqueteo de Vélez perdía pimienta en los últimos metros, ya que el Mago Ramírez entró poco en juego y fue bien encimado por Bottinelli, y el juvenil delantero Vuletich (único punta definido) mostró más empuje que profundidad e ingenio. Pero casi sin proponérselo, a Papa le quedó un rebote y sacó un zurdazo que se clavaba en un ángulo, pero Migliore ?siempre atento? se esforzó para desviar la pelota al córner. Pese a esta acción, el juego no levantaba, los bostezos en la platea se multiplicaban, hasta que a los 37 minutos, el equipo local les quitó la modorra a todos. Porque Zapata avanzó por el centro, le abrió la pelota a Augusto Fernández y el ex hombre de River venció a Migliore con un...