Un grandilocuente alegato de campaña, de escaso peso procesal

La defensa penal de Cristina Kirchner siempre estuvo bifurcada. De sus escritos se desprenden siempre dos ramas. Por un lado, la estrictamente procesal. Por el otro, la ideológica o política. Claro está, una siempre se nutre de la otra.Esta vez no fue la excepción. La expresidenta presentó un escrito en el que pidió que se eleve a juicio oral la causa de los cuadernos de las coimas. Pero para hacerlo utilizó una enorme cantidad de palabras, como hace habitualmente. El objetivo es, como en cada oportunidad que tiene, dejar dicho una vez más que, según su particular visión, el expediente es una persecución hacia su persona.Desde el punto de vista procesal, lo que hizo Cristina Kirchner es pedirle al juez Claudio Bonadio que eleve la causa a juicio oral. Eso, justamente, es lo que ya hicieron la gran mayoría de los procesados. Con una diferencia: la gran mayoría de sus compañeros de camino judicial no utilizan más de una carilla para dejar sentado que no se oponen a la elevación a juicio. Eso es todo.Tratándose de la expresidenta, la grandilocuencia de sus palabras siempre está presente en cada uno de sus escritos. Nada cambia si Cristina Kirchner se opone o no al juicio oral. Prácticamente todos han descartado la posibilidad de generar nuevos recursos en el proceso, dado que todos ellos creen que la elevación a juicio es irremediable. Es el paso que sigue a una investigación terminada.¿Qué significa esto? Básicamente, que un tribunal oral empezará a intervenir en el proceso en busca de una sentencia después de que el juzgado de primera instancia, en este caso el de Bonadio, clausure la etapa de la instrucción. Dicho de otra forma: para esta etapa procesal, los delitos están probados. Será un tribunal el que decida si efectivamente hay culpables o inocentes. Y en su caso, qué pena le corresponde.En el escrito, firmado por el abogado defensor Carlos Beraldi, reclamó "el restablecimiento de los principios constitucionales que hacen al debido proceso legal, del que deben gozar todos los habitantes de la Nación, sin excepción alguna", al sostener las causas por las que la candidata a vicepresidenta del Frente de Todos no se opone a que el caso sea enviado a juicio. Una vez más, argumentó que se dieron "detenciones arbitrarias a mansalva" y cuestionó la forma en que se usó la llamada "ley del arrepentido".Desde el punto de vista ideológico, la cuestión es distinta. Con sus dichos, la expresidenta corre para adelante. Como quien dice, torea al...

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