La gran diferencia entre picar piedras y hacer una catedral

Internet obliga a desarrollar la habilidad de un entomólogo, que se dedica a identificar insectos tanto los más simpáticos y bellos como los venenosos y camuflados. Son virus de una especie diferente a los que invade el mundo informático, peligrosos por presentarse como lecciones incuestionables, cuando la realidad indica que las alternativas son infinitamente más vastas. El mejor antídoto es ejercer una mirada crítica que no exige ningún esfuerzo, sino simplemente preguntarse: "¿Qué me están diciendo?"A través de esta simpleza ?un pequeño truco, si se prefiere llamarlo así? se producen los mayores hallazgos, como en los acertijos o en los juegos gráficos de los siete errores. Estas columnas, Miradas, tienen basamento en aquella pregunta, que es especialmente reveladora cuando se inocula bajo el manto de los conceptos triviales de gestión. Cedamos paso a un ejemplo más.La página de Monster, un megamotor internacional de búsqueda de personal, desarrolla una nota con el título "Descubre el trabajo para el que naciste". El método consiste en hacer una serie de preguntas sobre las tendencias del sujeto asesorado, como "qué te gusta leer, qué películas o programas de TV ves, o tus hobbies". Luego se avanza sobre temas más subjetivos: "Si dirigieras el mundo, ¿qué cambios harías? Si ganaras un millón de dólares, ¿qué harías con él? ¿Cómo te gustaría que te recordaran después de tu muerte?" En total suman veinte preguntas que conducen a conclusiones como las que siguen: "Estoy interesado principalmente en... Creo fervientemente en... Lo que más valoro es... Para tener una buena vida, siento que necesito..." El paso siguiente es comparar las...