Golpe conservador en el sínodo: marcha atrás en la apertura a los divorciados

ROMA.- En el primer día de la asamblea de obispos de todo el mundo que durante tres semanas discutirá los desafíos de la familia, el sector conservador abrió ayer fuego aun antes de que empezara el debate. Más allá de los llamados del papa Francisco a escuchar al Espíritu Santo, enseguida le cerró las puertas a cualquier gran cambio en cuanto a la cuestión de los divorciados vueltos a casar, que no pueden comulgar, uno de los grandes temas de batalla entre los purpurados.

En un informe introductorio que el cardenal Peter Erdo, relator general del sínodo, leyó ante 270 padres sinodales y el propio Papa, en efecto, hubo una evidente marcha atrás con respecto a las conclusiones del sínodo del año pasado.

Purpurado húngaro, conservador, Erdo desestimó la opción de la vía penitencial, caso por caso, que plantea el Instrumentum Laboris, es decir, el documento preparatorio del sínodo, inspirada por el cardenal progresista alemán Walter Kasper. Y reiteró como única opción la línea tradicional (de la exhortación apostólica Familiaris Consortio, promulgada por Juan Pablo II en 1981), que indica que los divorciados vueltos a casar pueden acceder a la comunión sólo si viven su relación en continencia, "evitando provocar escándalo".

Sin embargo, en el Instrumentum Laboris -elaborado a través de las respuestas de los fieles de todo el mundo a un segundo cuestionario requerido por el Papa, las consultas de los episcopados de todo el mundo y el informe final del sínodo del año pasado- hay un enfoque más aperturista.

"Sin poner en discusión el ideal de la unicidad del matrimonio", el documento admite que en los casos de los divorciados vueltos a casar que viven en una "convivencia irreversible", pero que piden recibir la comunión, "existe un común acuerdo sobre la hipótesis de un itinerario de reconciliación o vía penitencial, bajo la autoridad del obispo". Este párrafo misteriosamente desapareció del informe leído ayer por Erdo, algo que causó malestar en sectores aperturistas, que lo cuestionaron, según pudo saber LA NACION.

¿Por qué semejante marcha atrás? En una conferencia de prensa, Erdo explicó que su informe "era el resultado objetivo y matemático de las voces de la Iglesia" que había ido recolectando en la etapa de profundización que hubo entre los dos sínodos.

El cardenal francés, André Vingt-Trois, arzobispo de París, que estaba a su lado, fastidiado ante las preguntas por la virtual marcha atrás, fue más allá. "Si vinieron a Roma con la idea de...

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