El Gobierno volvió a entregar más fondos a las provincias

El dinero va y viene dentro del Estado. Ni un peso quedará sin utilizarse, al menos eso es lo que parece. Mediante tres decretos que se publicaron ayer en el Boletín Oficial, el Gobierno puso en marcha una depuración presupuestaria para sacarle fondos a programas que aún tienen crédito y derivarlos a otros que, seguramente, ya lo han gastado en su totalidad.

Se trata de un sistema habitual cerca de fin de año, pero es una gran herramienta para ver dónde fue la prioridad del gasto. Los movimientos presupuestarios tienen un claro ganador: las provincias. Para transferencias a las jurisdicciones se destinaron $ 26.719 millones, la cifra más grande que se ve en la batería de tres decretos y cinco anexos que se publicaron ayer.

El primero de los decretos está enteramente dedicado al Ministerio del Interior y Obras Públicas. Quizá en la subejecución de algunos programas esté una de las claves que fogonearon rumores de cambios en la cartera que dirige Rogelio Frigerio.

A varios proyectos se les quitó presupuesto. La restauración de monumentos históricos perdió 16 millones de pesos y la refacción del Canal 7 (TV Pública), 19,5 millones. La construcción de la Torre Única de Telecomunicaciones, un proyecto ubicado en el conjunto de playas ferroviarias linderas a los estadios de los clubes Independiente y Racing, en Avellaneda, de 368 metros, con 44 pisos circulares de 1500 metros cuadrado, perdió 37 millones de pesos que tenía asignados, mientras que la construcción y refacción de edificios fiscales, 15,6 millones de pesos.

Los cambios presupuestarios también trajeron malas noticias para el papa Francisco. La refacción y puesta en valor del edificio del Bautisterio de la basílica de Luján vio cómo se le fugaron 35 millones de pesos, algo similar a lo que le pasó a la catedral de Mercedes, que tuvo una quita de 28,8 millones. Ahí no terminan las malas para la Iglesia. La restauración integral de la capilla San Pedro Telmo cedió 3,4 millones de pesos.

A la hora de pasar el pan al fondo de la olla, en el Gobierno...