El Gobierno sólo aceptará modificaciones parciales a la reforma impositiva

El gobierno de Mauricio Macri considera que la reforma tributaria tiene que salir sancionada tal como fue anunciada. Pero los funcionarios presumen que las presiones de los gobernadores y de las cámaras empresariales los obligarán a admitir una negociación sobre impuestos internos al vino, a las gaseosas y los artículos de tecnología.

"La discusión estará en vino, gaseosas y celulares. Estamos abiertos al diálogo y no vamos a imponer nada", dijo a LA NACION un funcionario, en línea con lo que señalaron Macri; el jefe de Gabinete, , y el ministro de Hacienda, .

Si bien no lo quieren admitir explícitamente, la Casa Rosada deja para esa negociación algunos posibles retoques en las alícuotas o la posibilidad de hacerlos más graduales. El proyecto de ley irá al Congreso en dos semanas.

En contraste con ello, el Presidente no considera que será necesario hacer concesiones en los impuestos a la renta financiera, la venta de inmuebles, las deducciones de ganancias para autónomos, la reducción de ganancias del 35% al 25% para las utilidades reinvertidas, la devolución del IVA de inversiones, el pago a cuenta del impuesto al cheque y la reducción de aportes patronales.

También Macri se pondrá firme en la negociación con los gobernadores. Les exigirá que reduzcan los impuestos a los ingresos brutos, a los sellos y aduanas internas, para bajar la presión tributaria en un 1,5 o 2% del PBI en 2023. Éstos son 150.000 a 200.000 millones de pesos.

Paralelamente, pedirá una fuerte baja del gasto mediante la ley de responsabilidad fiscal en cinco años para ajustar el rojo provincial. Macri también hará un gesto de austeridad con la reestructuración del Estado. En la Casa Rosada estiman además que la mayoría de las provincias deberá disciplinarse porque tienen alta dependencia financiera de la Nación.

Anteayer, los gobernadores Omar Gutiérrez (Neuquén), Ricardo Colombi (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy) respaldaron la reducción de cargas provinciales.

La gran batalla se librará en los impuestos internos a los vinos y sidras de 0 a 10%; del whisky, coñac y otras blancas, de 20 a 29%; de cervezas, del 8 a 17%, y de champagne de 0 a 17% (en forma gradual).

"Nos sentaremos, lo charlaremos y, si nos demuestran que se dañan las economías regionales se pueden conversar las alícuotas o las gradualidades", dijo a LA NACION una alta fuente en la Casa Rosada. "Pero más allá de detalles, la reforma va a salir como está", agregó. También se prevé una negociación con...

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