El Gobierno sobrecumplió la meta fiscal: el déficit fue del 2,4% en 2018, y los intereses de la deuda treparon al 2,8%

El Gobierno deberá reducir los subsidios económicos para bajar el gasto en 2019; además, se propone recaudar un 1,1% del PBI por el aumento de las retenciones a las exportaciones; Dujovne es optimista

El primer objetivo establecido con el FMI está sobrecumplido: el Gobierno logró reducir el gasto el año pasado y el déficit fiscal primario finalizó en 2,4% del PBI ($338.987 millones), cuando la meta era de 2,7%. Con la suma del dinero que se destina al programa de inversiones prioritarias (PIP) -el fondo creado en 2010 para financiar obras de infraestructura y que el FMI computó como gasto-, el déficit fiscal total fue de 2,66% del producto.

Para este año, el Gobierno tiene el ambicioso desafío de llegar al equilibrio fiscal y, por lo tanto, necesita recortar el gasto un 1,26% del PBI, lo que equivale aproximadamente a $232.029 millones. Los principales recortes se darán en bajar los subsidios económicos, lo que explica los fuertes aumentos en las tarifas de luz, gas y transporte de fines de diciembre.

La diferencia para el déficit cero llegará por un alza de ingresos. Las retenciones restablecidas a todos los bienes y servicios aportarán al fisco 1,1% del PBI, lo que serían $220.000 millones.

Del total de gastos que tiene el Estado nacional, un 58% está indexado por inflación. Por lo tanto, no solo el Gobierno no lo puede reducir, sino que en el primer semestre crecerá un 47,6%, que fue la variación de precios en 2018. Este gasto está compuesto por jubilaciones, pensiones y asignaciones sociales, y representa aproximadamente 12,5% del PBI, que equivale a $2,3 billones. Para el Ministerio de Hacienda, con el aumento de la inflación, el gasto en prestaciones sociales subirá 0,3% del producto.

Esto le exige al Gobierno trabajar en el 42% restante del gasto, que está compuesto por las inversiones en infraestructura, subsidios económicos, salarios, transferencias a las provincias y otros flujos corrientes.

De esta lista, Hacienda ya redujo casi en su totalidad el gasto en capital. Según las proyecciones oficiales, el recorte en obras públicas equivalió a 0,7% del PBI. Si bien en un principio se estimaba que la inversión en infraestructura sería reemplazada con programas de participación público-privada (PPP), que se paga a través de la emisión de cupones de deuda, el aumento del riesgo país a fines de 2018 hizo suspender la licitación de nuevos proyectos y ralentizó los vigentes.

El mayor ajuste para este año, por lo tanto, estará concentrado en...

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