El Gobierno, entre una ideología borrosa y un pragmatismo forzado

Para ser exitoso en el campo de las relaciones internacionales se necesita, entre otros elementos, tener una visión clara y puntos de apoyo conceptuales que puedan dar coherencia y respaldo a la estrategia utilizada para alcanzar esa visión. En el caso del gobierno de Alberto Fernández se logran percibir algunos elementos de la visión que se persigue. Aunque también se observa que el camino adoptado parece oscilar entre una ideología borrosa y un pragmatismo forzado por las duras realidades que se enfrentan.

En términos de visión, el Gobierno ha optado por no procurar una diversificación equilibrada, inclinándose hacia los regímenes autoritarios como China y Rusia en lo político, económico y tecnológico, pero sin confrontar con las potencias establecidas. En el exterior próximo, el Gobierno se ha distanciado de dos socios estratégicos -Brasil y Chile- y ha buscado promover una particular y borrosa visión de la democracia en el continente americano. Esto quedó claro cuando Fernández le expresó al expresidente brasileño Lula da Silva que se sentía solo en esta empresa y que ya que no tenía a Néstor Kirchner, a Evo Morales ni a Hugo Chávez -entre otros- para ayudarlo.

Esta borrosa visión incluye afirmaciones grandilocuentes, como "es hora de entender que el capitalismo no ha dado buenos resultados", que no pueden ser tomadas en serio, más allá de las fallas que el sistema capitalista muestre a nivel local e internacional. Con el objetivo de promover esta particular y borrosa visión democrática en el continente, Fernández ha procurado formar un eje Buenos Aires-Ciudad de México con Andrés Manuel López Obrador, sin darse cuenta de que, más allá de las aparentes similitudes ideológicas del presidente mexicano, la economía de su país está sumamente integrada a la de Estados Unidos, lo que limita sus grados de interés y autonomía a nivel regional.

La influencia de una borrosa ideología se ha notado en el accionar de la diplomacia argentina en el entorno latinoamericano, demandando en términos de libertades y derechos humanos a ciertos gobiernos lo que no ha demandado a otros . Fernández expresó abiertamente "que cese la violencia institucional" en Colombia, en reacción a protestas populares. Pero ante las recientes demostraciones de indignación popular contra el gobierno castrista, afirmó primero no saber "lo que está pasando en Cuba", para luego no condenar actos de represión del régimen cubano.

En el caso de Venezuela, se abstuvo de condenar al...

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