El Gobierno hizo una evaluación positiva

ROMA (De un enviado especial).-Pese a que la reunión duró sólo 22 minutos y Francisco apenas sonrió cuando saludó al presidente Mauricio Macri y a la primera dama, Juliana Awada, los principales funcionarios de la comitiva argentina hicieron una evaluación altamente positiva de la primera visita oficial del primer mandatario al Papa, con el cual había mantenido un distanciamiento.

"Lo más importante fue el apoyo total del Santo Padre para la lucha contra el narcotráfico y la corrupción. Lo otro, que hizo Francisco, es darle a la reunión carácter estrictamente protocolar e institucional como queremos nosotros", dijo a LA NACION un funcionario involucrado en el vínculo bilateral. Sin embargo, en la comitiva también admitieron el impacto que generaron las imágenes que retrataron la frialdad del Papa

Por otra parte, la canciller Susana Malcorra comentaba que Francisco volvió de México impresionado por el daño del narcotráfico en esa sociedad y por el avance en el país. Además, hablar de luchar contra la corrupción en plenas investigaciones judiciales sobre el anterior gobierno en la Argentina es un guiño fuerte para el jefe del Estado. Cristina Kirchner fue citada a indagatoria y Milagro Sala sigue detenida por asociación ilícita.

Francisco le había enviado un rosario bendecido de regalo a Sala. Pero ayer la líder de Tupac Amaru no formó parte de la conversación. Son los gestos ambiguos del Papa.

El embajador ante la Santa Sede, Rogelio Pfirter, había dicho que viene una relación "sobria e institucional" con el Vaticano para salvarla de la informalidad del exceso de confianza de Cristina Kirchner con el Papa.

Un reconocido analista del Vaticano contó a LA NACION que Bergoglio sufre de una tentación: saltearse todas las vías formales y diplomáticas. Es personalista en el trato. Cuando Macri habló hace dos meses de "relación institucional", dijo la fuente, Francisco le envió una carta a través de la madre del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, amiga personal.

La señal fue su escaso apego a lo institucional. Evitó a la Nunciatura y a los embajadores. Sin embargo, Macri consagró a Pfirter y a Santiago de Estrada, ahora secretario de Culto, como nexos con el jefe de la Iglesia.

Tras la reunión de ayer, la interpretación ahora...