El Gobierno dio más poder a la cuestionada unidad antilavado

En plena tormenta política y judicial por el presunto cajoneo de los reportes de operaciones sospechosas de lavado que recibió durante los http://www.lanacion.com.ar/1579298-sugestivos-nexos-de-lazaro-baez-con-otros-escandalos, Leonardo Fariña y otros supuestos financistas y banqueros, el Gobierno jerarquizó y potenció ayer a la Unidad de Información Financiera (UIF), con cargos más altos y más áreas.http://www.lanacion.com.ar/1579356-en-medio-de-las-denuncias-de-lavado-el-gobierno-amplia-la-estructura-de-la-uifse plasmó en el decreto 269/2013, que se publicó en el Boletín Oficial con el fin declamado de otorgarle a la unidad "una estructura organizativa que le permita alcanzar los objetivos de su creación". Es decir, "prevenir e impedir los delitos de lavado de activos y de financiación del terrorismo".El decreto, que lleva la firma de la Presidenta, elevó además al jefe de la UIF, José Sbattella, al rango de secretario de Estado, aunque en la práctica se mueve con plena autonomía de su superior jerárquico, el ministro de Justicia, Julio Alak. Llegados ambos de La Plata, donde aún residen, Sbattella mantiene una sorda disputa con Alak, al igual que con el titular de la (AFIP), Ricardo Echegaray, con quien puja por el control de las bases de datos bancarias, financieras, patrimoniales y tributarias.En la práctica, el decreto representa, además, un claro respaldo presidencial a Sbattella, quien arrastra varias denuncias penales y una investigación en manos del fiscal federal Carlos Stornelli por la presunta politización del organismo, la designación de familiares y amigos, la selección discrecional de las investigaciones para perseguir a "enemigos" del Gobierno y proteger a distintos aliados.El jefe del bloque de senadores radicales, José Manuel Cano, reiteró ayer su reclamo para que renuncie Sbattella, a quien denunció ante la Justicia por la presunta protección que habría otorgado a Báez. "Acá no se trata de ampliar estructuras, sino de designar a funcionarios idóneos y honestos que cumplan con su deber y no sean meros alcahuetes de la Casa Rosada", reclamó.Entre las últimas irregularidades que se le adjudican a Sbattella aparece el supuesto cajoneo de un reporte de operación sospechosa (ROS) enviado contra la empresa constructora Gotti SA, vinculada a Báez, por movimientos cercanos a los $ 48 millones, pero que la UIF mantuvo bajo su órbita –de gestión secreta– sin remitir a la Justicia hasta que estalló el escándalo.La UIF también recibió duras críticas...

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