El Gobierno y la CGT acercaron posturas, pero aún hay diferencias

En un importante esfuerzo por bajar las tensiones, el gobierno de acercó ayer posiciones con la conducción tripartita de la para consensuar un nuevo proyecto de ley de reforma de impuesto a las ganancias. Si bien no llegaron a un acuerdo, en la Casa Rosada estimaban anoche que el piso salarial a partir del cual se pagará Ganancias sería de $ 38.000.

"La reunión fue muy buena. Se acercaron muchas posiciones, pero todavía falta. Seguirán negociando durante todo el fin de semana", dijo ayer a LA NACION un funcionario cercano a Macri. Si bien se abrió una fisura con los gremios del transporte, que anunciaron asambleas sorpresivas para pasado mañana, la Casa Rosada tomó este conflicto con cierta tranquilidad y confiaron en que se iba a llegar a un acuerdo.

"Creemos que $ 38.000 podría ser un buen número de consenso para fijar el mínimo no imponible", agregó otro funcionario involucrado en las negociaciones. De todos modos, Macri quiere complementarlo con otras variables, como las escalas, deducciones y fuentes de financiamiento para respetar la pauta del presupuesto 2017 que fijó en $ 27.000 millones ese costo fiscal.

Esos posibles nuevos impuestos no deben alterar el proceso de inversiones, ordenó el Presidente.

El encuentro entre el Gobierno y la CGT se produjo en la sede del gremio de Sanidad, en el barrio porteño de San Cristóbal. Fue al mediodía y duró unas dos horas. En representación del Poder Ejecutivo asistieron el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el coordinador de gabinete económico, Mario Quintana.

Por la central obrera estuvieron Carlos Acuña y Héctor Daer, dos de los miembros del triunvirato, y otros miembros de la conducción cegetista, como Carlos West Ocampo (Sanidad), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Gerardo Martínez (Uocra).

No asistió el tercer miembro del triunvirato de la CGT y titular de la Confederación del Transporte (CATT), , que anunció que pasado mañana habrá asambleas sorpresivas en todos los gremios del transporte en reclamo por excluir a los viáticos y las horas extras del gravamen de Ganancias.

En la Casa Rosada interpretaron la actitud de Schmid como "lógica" y consideraron que "tiene que enviar un mensaje interno a su tropa". El Gobierno no descarta incluso acceder a esos reclamos, pero exige cuidar las cuentas fiscales y las fuentes de recursos. Incluso discutirían las deducciones por cónyuge.

Los equipos técnicos del Gobierno y de la CGT seguirán negociando durante todo el fin...

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