El Gobierno buscó frenar la escalada del dólar, inquieto por la inflación

El Gobierno volvió a operar ayer sobre el mercado cambiario, aunque ya no para limitar una nueva escalada del dólar -como había hecho anteayer-, sino para tratar de evitarla.

La tarea, que volvió a recaer sobre el Banco Nación, tuvo una recompensa a medias. Bastó para contener el valor del billete para las operaciones mayoristas, para las que cerró estable a $19,98 (tras haber tocado los $20,26), pero solo porque el banco vendió casi US$400 millones en el mercado. Con todo, no sirvió para contener el dólar minorista, que cerró a $20,35, después de haber llegado a un máximo de $20,45 al comenzar la tarde, dos niveles que implicaron un nuevo récord.

Así, la divisa confirmó su tendencia alcista: aumentó 54 centavos (o 2,72%) en la semana, con lo que acumula un avance promedio del 7,5% en lo que va del año.

La señal que el Gobierno buscó dar, al operar el Banco Nación para influir sobre el precio del dólar, respondió a la inquietud de la Casa Rosada por el impacto que la persistente alza del tipo de cambio puede tener sobre una inflación ya de por sí alta. El mensaje resultó algo confuso porque el Banco Central se mantuvo al margen del mercado, lo que volvió a alimentar sospechas sobre posibles desavenencias internas.

La suba del dólar está influenciada por la aversión global al riesgo que se volvió a reflejar ayer en otro aumento del 4,2% en la tasa de riesgo argentino, que repercutió en los bonos. Se hace sentir porque la plaza local (por sus altas tasas) se había convertido en una de las mayores receptoras de fondos especulativos.

La prescindencia del ente monetario no llama la atención: su presidente, Federico Sturzenegger, valora la flexibilidad que el tipo de cambio pueda mostrar frente a alteraciones en el clima internacional, precisamente para amortiguar impactos sobre la economía local.

A la vez, esa ausencia parece dejar a la vista que el ala política, que pasó a tener el control de las variables de la economía tras el compulsivo rediseño de metas a fin de 2017, comienza a ver con inquietud el deslizamiento que registró en los últimos dos meses el tipo de cambio (subió más de 16%) y su impacto sobre una inflación ya elevada por las repetidas alzas de tarifas.

"Traslado a precios ya hubo aunque aún se discute cuánto. Lo que supongo buscan evitar es que, con el billete arriba de $ 20, haya una nueva ronda", dice el economista del Estudio Eco/Go Martín Vouthier. "Intuyo que subestimaron ese efecto y ahora están reaccionando", coincidió...

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