El Gobierno busca que no escalen los precios y que haya paz social

Tras la salida del cepo cambiario, que no deparó sobresaltos por ahora, el gobierno de Mauricio Macri apostará a que la devaluación no se traslade a los precios y a atender las necesidades primarias de las organizaciones sociales. El propósito es garantizar la paz social a fin de año y comenzar el diálogo con las centrales sindicales en enero para que en marzo haya paritarias salariales con aumentos razonables.

Según pudo saber LA NACION de altas fuentes oficiales, el objetivo es evitar un salto en la inflación y así superar los fantasmas de las históricas crisis sociales de las últimas dos semanas de diciembre por la llegada de la Navidad y el Año Nuevo.

La semana próxima continuarán las negociaciones del gabinete económico con sectores empresariales para moderar los precios. Esas gestiones comenzaron la semana última y cerca de Macri vislumbran un compromiso del sector privado.

Si se consigue ese objetivo, a mediados de enero de 2016 la Casa Rosada convocará a un Consejo Económico y Social para acordar una agenda entre el Gobierno, los empresarios y los sindicatos.

Se busca así generar un escenario de cierta estabilidad económica propicio para que en marzo la Casa Rosada convoque a negociaciones paritarias en todos los sindicatos y se logren aumentos salariales que no superen el índice de inflación.

"No podemos convocar a paritarias en medio del tembladeral de la salida del cepo", señaló a LA NACION un ministro involucrado.

Otra decisión: no habrá decreto para generalizar un bono de fin de año, como piden las centrales sindicales que buscan unificar la CGT. "Se homologarán los bonos por sector. Pero hay sectores que no pueden pagarlo, entre ellos el Estado nacional, que debe garantizar el pago de sueldos y aguinaldos. No habrá un bono generalizado", dijo a LA NACION el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

En Balcarce 50 se escuchó a un allegado a Macri reflexionar sobre que el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, había garantizado previamente el resultado de la salida del cepo: un dólar a 13,60 pesos, sin un gran salto. "Estamos tranquilos y sin euforia, no fue una genialidad. Ahora empieza la más brava: precios, salarios y las presiones correspondientes. Pero hay equipo y Macri está muy bien", señaló esa fuente de primer nivel a LA NACION.

"Si los sindicatos piden un bono por la devaluación no va a caminar", descartó otro funcionario.

Prat-Gay, Triaca, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el secretario de Comercio...

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