En el Gobierno ya afloran las primeras internas

Entre los técnicos y los políticos; entre la comunicación y la gestión; entre el shock y el gradualismo. La sorpresiva salida de Graciela Bevacqua del Indec dejó al descubierto las internas dentro del gabinete de Mauricio Macri, que venían asomando a paso lento y se hicieron palpables en la última semana.

La decisión oficial de echar a Bevacqua, que generó la primera crisis en el equipo de gobierno del Presidente, respondió a la pelea entre la visión técnica en el Indec y la necesidad política de acotar las paritarias. Ella quería tiempo para presentar el nuevo índice de inflación; Macri pretendía tenerlo cuanto antes. La cuestión se resolvió con Bevacqua fuera del organismo. A partir de ahí, Mauricio Macri apuró los cambios en Ganancias -a pesar de que su ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, había hablado de un proyecto de ley completo-, e intentó cerrar a toda velocidad la paritaria docente con un anuncio de aumento por encima del 30%, ahora incierto, que volvió a romper la paz que el Gobierno había alcanzado con los gobernadores. El ministro de Educación, Esteban Bullrich, debió dar explicaciones y fue convocado de urgencia en medio de una reunión que los 24 ministros de economía provinciales tenían con Rogelio Frigerio, el miércoles pasado. Antes pasó por el despacho del jefe de Gabinete, Marcos Peña, para ordenar el discurso (ver aparte).

Pendiente de todo lo que se dice y de cómo impacta en la imagen de Macri, Peña debió salir a acomodar varias veces el discurso oficial: desde tener que corregir al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, por su frase de que las paritarias tendrían un techo del 25%, o en privado, plantear su molestia por las desafortunadas frases de Prat-Gay cuando habló de "grasa militante".

El ministro de Hacienda bajó rápidamente el perfil y se concentró en el conflicto con los fondos buitre. Los Pro puros lo consideran un outsider. El ministro libra su propia batalla en un mundo ajeno. Desde el Banco Central, a cargo de Federico Sturzenegger, lo bombardean por haberse adjudicado como logro propio la salida del cepo. Para sumar más ruido, Prat-Gay no estuvo en el anuncio de Ganancias porque viajó a Brasil. Él había prometido un proyecto de ley completo con cambios en las escalas. Finalmente, se impuso la urgencia política, la misma que le reclamaba Triaca a Prat-Gay para intentar contener los reclamos gremiales. El ministro de Trabajo se quejaba de ciertas demoras en medidas que le servirían para calmar ansiedades...

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