Globos de Oro con sorpresas

Hay muchas cosas que los Globo de Oro no son: no son prestigiosos como los premios de los festivales de cine. No son indiscutibles como los Oscar. De hecho son todo lo contrario. Sin embargo, los galardones que se entregaron anteanoche en Los Ángeles pueden presumir de abarcar el cine y la TV, de ostentar una asistencia casi perfecta de las estrellas de ambas industrias a su fiesta y de una absoluta falta de lógica en sus decisiones, algo que hace que cada ceremonia esté repleta de sorpresas.

Una de las más llamativas de este año fue el triunfo de Mozart in the Jungle como mejor comedia y de su protagonista, Gael García Bernal, como mejor actor cómico. No es que la serie -que hoy estrena su segunda temporada por FoxLife- no tenga méritos suficientes o que su protagonista no merezca el reconocimiento por su muy divertida interpretación del excéntrico director de orquesta Rodrigo De Souza. Sin embargo, lo cierto es que nadie esperaba que ganara cuando entre sus competidores estaban pesos pesados como Transparent, Veep y Silicon Valley.

Tal vez uno de los aspectos más entretenidos de los Globo de Oro es que justamente son impredecibles. A los votantes de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood no parece guiarlos la lógica, sino el interés de abarcar a la mayor cantidad de estrellas posibles en sus nominados, y en que esa lista sea lo más diversa posible. Así se explica el triunfo de Mozart in the Jungle y de Mr. Robot -mejor drama televisivo por sobre Empire, Game of Thrones, Narcos y Outlander-,que además consiguió que Christian Slater se llevara el galardón a mejor actor de reparto, el primero en cuatro décadas de carrera.

Las particulares decisiones de los menos de cien votantes de los Globos de Oro no son un secreto para nadie. De hecho fueron el comentario de la noche, el chiste repetido y no sólo por el maestro de ceremonias, Ricky Gervais. "Recuerden, si ganan esta noche, que a nadie le interesa tanto el premio como a ustedes. No se emocionen, es vergonzoso. El premio no tiene valor alguno. Es un pedazo de metal que unos periodistas simpáticos, viejos y algo confundidos quisieron darles para poder conocerlos en persona y sacarse una selfie con ustedes. Eso es todo", aconsejaba el sarcástico Gervais a los invitados al principio de la ceremonia. Lo notable es que él no fue el único en mencionar lo que sucede en las bambalinas del premio. Denzel Washington, reconocido por su trayectoria con el premio Cecil B. De Mille, básicamente...