El glamour, la nueva sensación de Narváez

La carrera del bicampeón mundial de boxeo Omar Narváez sigue produciendo capítulos novedosos que lo vuelven a instalar como un atleta inquieto, en el cierre de la temporada 2012. A los 37 años, el chubutense fue señalado como el "campeón ideal" para reflotar un género promocional en este deporte, que parecía consumido y archivado desde que Nicolino Locche lo puso en órbita cuando decidió retirarse del ring bajo las luces y el lujo del hotel Llao Llao, en Bariloche, en 1978.Aquella noche mágica de Nicolino y el chileno Ricardo Molina Ortiz tendrá hoy un atractivo intento de reedición con una nueva defensa, la sexta, del título supermosca (OMB) del pugilista patagónico frente al puertorriqueño David Quijano. Sin embargo, más allá de las deducciones tácticas y técnicas, el centro de la reunión estará dado por su marco y su contorno; una cena show montada en el lujoso recinto central del Hotel Hilton Garden Inn, de San Miguel de Tucumán. El valor de cada uno de los 400 asientos puestos a la venta será de 750 pesos, con derecho a cena en 14 mesas, o de 400 pesos para el sector general. Aún Jose Cerny, el chef de la casa, no dio a conocer el "menú pugilístico".Narváez vuelve a escena tras su particular retención ante el mexicano Johnny García, en el Luna Park, 72 horas después de sepultar a su padre. Allí evidenció una lógica inestabilidad anímica que profundizó todas las dudas en cuanto al potencial que puede darle, aún, a sus peleas; sobre todo si...