El germen de la 'mayoría peronista' desvela a la Casa Rosada

Los movimientos internos de la Corte Suprema desconciertan al Gobierno, que celebró el ascenso a la presidencia de y hoy está preocupado por un efecto colateral de aquella batalla: el crecimiento de lo que llama la nueva "mayoría peronista".Así la bautizó, en realidad, Julio Piumato, el líder del gremio de los judiciales esta semana, en el tuit en el que dijo que fue gracias a "la propuesta de la mayoría peronista" de los ministros " , y " que la Corte, por unanimidad, aprobó un aumento del 40% para empleados y funcionarios de Tribunales. Un aumento que cayó muy mal en la Casa Rosada y si no hizo más ruido fue porque Camioneros cerró su paritaria en un número casi igual y se llevó toda la atención."Esta nueva mayoría quiere ser cabeza de un poder, más allá de que ellos entre sí tengan diferencias", dijo Piumato a LA NACION. Según él, la "mayoría peronista" no quiere una Corte menos política y más técnica, porque eso "implicaría, en realidad, una Corte subordinada a la política que está en otro poder, el Ejecutivo".Lo de Piumato tiene mucho de expresión de deseo. No solo por lo de peronista. Está claro que los cortesanos son singlistas. Las alianzas en el alto tribunal son efímeras, varían con cada tema y los giros pueden ser desconcertantes. Que le pregunten si no a Lorenzetti por Elena Highton y su decisión de no apoyarlo para un nuevo mandato.Pero la lectura de Piumato coincide con los temores del Gobierno. Una Corte "más técnica" era lo que se anunció con el ascenso de Rosenkrantz. Más técnica y con una presidencia "menos personalista" que la de Lorenzetti. Y en eso sí todos parecen estar de acuerdo. Hay menos concentración de poder. "Ahora para todo hay que hablar con los cinco", se lamenta un asiduo visitante del cuarto piso del Palacio de Justicia.Aquella foto del día en que eligieron a Rosenkrantz, muy buena para el Gobierno, está mutando. El gran ganador era el flamante presidente, un juez con el que Mauricio Macri se siente muy cómodo, y los dos hombres que pesan más fuerte en la política cortesana, Rosatti y Lorenzetti, habían quedado uno de cada lado en la votación. Años de diferencias los separan. Ahora están menos enfrentados que nunca y cualquier eventual alianza entre ellos es vista como un peligro potencial para el Gobierno, que ya tiene suficientes problemas con la economía como para lidiar con una amenaza en la Corte.Con Lorenzetti fuera de la presidencia, a lo que más les teme el oficialismo hoy es a las aspiraciones de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR