Ganancias: por qué el impuesto que pesa sobre los salarios acumula cada vez más distorsiones

Una disminución importante de la brecha entre los ingresos de bolsillo de empleados que ocupan cargos de diferentes responsabilidades o, directamente, la eliminación o la inversión de la diferencia; un incremento del salario de un determinado porcentaje cuando se lo mide sobre la remuneración bruta pero que, en los hechos y a la hora de ver cuánto dinero efectivamente llega al bolsillo (o a la cuenta bancaria), resulta mucho más reducido y, por lo tanto, deja a la evolución del ingreso cobrado lejísimos del ritmo del aumento generalizado de precios, en una Argentina que sufre una inflación que, en agosto, llegó al 78,5% interanual.

Ese tipo de situaciones se están generando o pueden generarse por la manera en que, a partir de los cambios normativos hechos en los dos últimos años, se calcula el impuesto a las ganancias sobre los ingresos de los empleados bajo relación de dependencia, según describieron a LA NACION contadores y expertos en materia tributaria.

Las modificaciones en el esquema del tributo que tuvieron su puntapié inicial en una ley aprobada por el Congreso en abril de 2021, derivaron en que menos trabajadores quedaran alcanzados desde entonces por la carga fiscal; este año, el salario más bajo alcanzado por Ganancias tuvo una primera actualización en enero (se lo llevó de $175.000 a $225.937 utilizando el mecanismo automático de reajuste de las variables del impuesto, que rige desde 2018), mientras que en junio, y a causa de la aceleración de la inflación, se lo llevó a $280.792.

Pero el retraso que va acumulando esa cifra frente al alza de precios y a las consecuentes subas nominales de sueldos no es, claro, el único problema que tiene hoy el impuesto. Porque los cambios que aprobó el actual gobierno y que fueron principalmente impulsados por el exdiputado y actual ministro de Economía, Sergio Massa, complicaron los cálculos ("es un trabajo artesanal", definen algunos contadores) y provocaron varias distorsiones.

El objetivo de que menos asalariados pagaran Ganancias se logró estableciendo deducciones especiales (las deducciones son montos que se restan del ingreso antes de calcular el impuesto), de una cuantía tal que liberan de la carga a quienes tienen una remuneración inferior a un monto fijo (hoy, de $280.792). Además, se estableció una tabla de deducciones incrementadas o especiales -que tienen como efecto un alivio del impuesto- para quienes están en un determinado rango de ingresos, actualmente de $280.792 a $324.182.

Al haberse recurrido a ese mecanismo, sin hacer una actualización de todo el esquema (no se tocaron los parámetros de la tabla de alícuotas), la reforma de la ley 27.617 -la aprobada en 2021-, implicó alterar el esquema de determinación de los montos a pagar y el carácter progresivo del impuesto.

Además de lo ya explicado, para definir si corresponde o no la carga fiscal, a partir de junio se mira la remuneración del mes en cuestión y también la remuneración promedio del período que haya transcurrido a partir de ese sexto mes del año; si ambos números superan los $280.792, se tributa. El mismo mecanismo se utiliza para definir si se está en el rango de ingresos con deducciones incrementadas.

Las actualizaciones en Ganancias resultaron insuficientes dada la elevada inflación y las subas nominales de salarios que intentan compensar la caída del poder de compra

Aguinaldo, otro laberinto

Para el aguinaldo, en cambio, se observa el promedio de las remuneraciones del período que va de enero al mes que...

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