Gala de ensueño: dos noches para disfrutar del mejor ballet del mundo

Ana Sophia Scheller se fue de la Argentina a los 13 años. Hoy tiene 24 y es, desde 2004, "el" componente argentino del New York City Ballet. En ese elenco se puede dar el gusto de variar su sintonía artística entre roles de solista en grandes clásicos del repertorio, pero sobre todo de ponerle el cuerpo a las obras del famoso coreógrafo que hace ya más de seis décadas creó esta compañía: George Balanchine. Algo de una y otra factura (La esmeralda y Tchaikovski pas de deux), justamente, mostrará mañana y pasado mañana en el escenario del teatro Coliseo, cuando se abra el telón de la Primera Gala de Ballet de Buenos Aires y Ana Sophia se encuentre por primera vez en la vida con el público de su país.La sensación es fuerte. El debut "de local" le llega a la porteña mucho después que las oportunidades en el extranjero. A metros del Lincoln Center, vía teléfono móvil, admite que esto es así, sencillamente, porque nunca antes nadie la invitó a hacerlo. Que está muy contenta, algo nerviosa y con mucha expectativa: entre los balletómanos en la sala no faltarán familiares, amigos, y amigos de los amigos de sus amigos que hasta aquí apenas le han seguido los pasos en YouTube.En el marco de este espectáculo que, por definición, es único (no es exagerado, sino literal, decir que los mismos 14 bailarines internacionales que se presentarán en esta gala no volverán a coincidir en un escenario, con el mismo programa), Ana Sophia actuará con Joseph Phillips, integrante de la otra gran compañía de la Gran Manzana, el ABT. O su pareja, también cuando se termina la función. ¿Rivalidades? "No, son compañías totalmente diferentes", se ríe la joven que conoció al muchacho de Alabama cuando éste la invitó a viajar a una gala en Ohio. "Es fácil para nosotros poder trabajar juntos. O no. Uno se pelea más, porque así pasa siempre con la gente más cercana, pero luego se gana en expresividad."CapazLa conversación se pasea entre la oportunidad de hacer algo que rompa con su rutina, como esta gala, y algunas curiosidades que, casi sin querer, cobran relevancia. "Desde bien chica hago Tchaikovski pas de deux . Ahora que lo pienso, hasta lo bailé con Julio Bocca en Venezuela. Fue una casualidad que me sumara a ese tour . Estábamos los dos tomando una clase en el mismo estudio en Nueva York, y antes de irse él se acercó, y me dijo: «Capaz que te necesito para bailar conmigo»." Capaz fue que sí.No es exactamente igual el caso, porque Daniel Proietto sí ha llegado a mostrar algo de...

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