El futuro gabinete de Cristina, un acertijo que desvela al poder

En los despachos de los principales funcionarios de Cristina Kirchner existe la sospecha de que el ministro de Planificación, Julio De Vido, será el "superministro" que, tras el 10 de diciembre próximo, administrará la "sintonía fina" del nuevo modelo, y el conflicto con empresarios y la CGT de Hugo Moyano. Y que lo hará como nuevo jefe de Gabinete o como un ministro de Economía con funciones ampliadas."Hoy De Vido es el hombre fuerte del Gobierno por debajo de Cristina Kirchner", señaló ayer a La Nacion un alto funcionario de la Presidencia. Todas las fuentes oficiales opinan lo mismo. Pero ella no ha dado hasta ahora señales sobre la integración de su futuro equipo de gobierno.Si De Vido reemplaza a Aníbal Fernández en la Jefatura de Gabinete y no a Amado Boudou en Economía, entonces se menciona con fuerza para ese sillón al presidente del Banco Nación, Juan Carlos Fábrega. Su reemplazante podría ser Guillermo Moreno.Pero el actual secretario de Comercio también es mencionado en Olivos como potencial titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). En cambio, dan por seguro que Norberto Yahuar, actual secretario de Pesca, sustituirá a Julián Domínguez en el Ministerio de Agricultura.Débora Giorgi quedaría al frente del Ministerio de Industria. Pero no se descarta que Cristina Kirchner designe a un segundo de ella entre los hombres del presidente de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren. Sería una señal al sector que la mandataria quiere potenciar en su segundo mandato.El ministro del Interior, Florencio Randazzo, quedaría donde está. Aunque si De Vido se convirtiera en un "superministro" de Economía -se habla de fusionar esa cartera con áreas de Planificación e Industria-, es posible que Randazzo o Nilda Garré, ministra de Seguridad, pudieran ocupar una Jefatura de Gabinete con funciones más acotadas, según deslizaron en la Casa Rosada.La versión de que el gobernador de Tucumán, José Alperovich, podría reemplazar a Boudou fue desestimada ayer en los principales despachos de Balcarce 50.En rigor, todas las fuentes consultadas apuestan a que sólo De Vido podría resolver con su capacidad negociadora lo que el Gobierno cree que es la pelea de fondo: Moyano reclama que las altas rentabilidades empresarias se distribuyan entre los trabajadores; la Presidenta prefiere que, en medio del ajuste fiscal con recorte de subsidios, esas ganancias no engrosen aumentos de salarios ni se fuguen al exterior, sino que se reinviertan en...

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