Fútbol total

Es cierto que muchas veces los errores individuales pueden destrabar clásicos que, en principio, se esperan más cerrados. Algo así sucedió con la floja resistencia de Casillas en el 1-0 de Tiago, pero también hay equipos que fuerzan el error de los rivales. El Atlético de Madrid del Cholo Simeone explota sus virtudes atacando, al mismo tiempo, falencias de los adversarios. En el 2-0, el de la chilena de Saúl, había seis jugadores del Real dentro del área, pero la eficacia y creatividad ofensiva fueron superiores a la resistencia.

Hace tiempo que el Atlético de Simeone se hace presente en las grandes definiciones. Pero, desde la búsqueda y la ejecución, tanto para atacar como para defender, lo de ayer fue perfecto.

El ataque sale con ganas de ganar. Por eso suele marcar a los pocos minutos. Y el primer acierto fue el "entendimiento". Todos tomaron la misma decisión a la hora de elaborar un avance. Algo tan simple como brillante: en el último gol, Torres fue por afuera y mandó el centro al punto penal. El Niño sabía que Mandzukic iba a ir a cabecear allí y el 9 sabía que el centro iría allí. Más: ganaba 2-0 y no frenó. Hasta mostró jugadas preparadas de córner y de lateral.

Para defender, una primera alternativa fue la presión alta para, en el peor de los casos, cortar con foul y que no agarren al equipo abierto y que Real se encuentre con espacios para la contra, especialidad de Cristiano, Benzema y Bale.

El plan B le salió a la perfección: porque cuando esperó agrupado, con el equipo compacto, siempre le...