'El fútbol se emparejó para cometer menos errores, no para jugar mejor'

Rebeldía, audacia, actitud ganadora, calidad técnica, picardía. Guillermo Barros Schelotto fue construyendo su trayectoria como futbolista y, con los pantalones cortos, se dio casi todos los gustos. Ahora, a los 39 años, es consciente de que empieza a recorrer un camino cercano, pero totalmente diferente, de la línea de cal para afuera. No extraña ser jugador porque ya se compenetró de lleno en su nueva función, aunque el tiempo dirá si sus equipos podrán jugar como él o, mejor dicho, si podrá trasladarles su identidad, moldearlos a su antojo. "Me gusta el desafío de ser entrenador. Preferí arriesgar mi prestigio como futbolista a seguir en mi casa viendo cómo pasa el tiempo", cuenta, con las instalaciones del club Lanús de fondo y en un gimnasio donde día tras día es testigo de los sueños de muchos chicos que sueñan con llegar a la primera división.-¿Cuáles son tus primeras sensaciones como DT?-Es algo distinto. No es lo mismo que ser jugador. Pero arranqué con las mismas ganas y la misma ilusión de cuando jugaba, de poder ganar y de poder generar un gran equipo.-¿Estuviste pensando mucho la primera charla al frente del plantel?-No, no, no pensé mucho en eso. Quizá más en lo general, en la forma de trabajar, en la ideología, en la filosofía que tenga el equipo. No pienso mucho en qué decir cada día.-Sobre todo en esta era ¿qué importancia les das a las comunicaciones, a las charlas, ya sean grupales o individuales? ¿Ahí puede estar una de las claves en el éxito?-Depende del grupo que te toca y también de lo que pueda dar uno. Pero yo creo en la buena comunicación: tiene que ser directa y franca. Después puede ser mayor o menor en las posibilidades, pero debe ser precisa, clara y honesta.-Hiciste mucho hincapié en la frase "ganas de ganar". ¿Eso es lo que vos observabas desde afuera que le faltaba a este plantel?-No puedo opinar de lo anterior porque no sé cómo se entrenaban o cuál era la ideología de Schurrer, más allá de lo que uno veía en la cancha. Lo que dije es lo que quiero para el equipo que yo dirijo. Que tenga ganas de ganar, que tenga esa ambición, y que esa ambición la vea el hincha. Después sé que hay que transmitirla, que hay que trabajarla. Pero el jugador también tiene que mostrar las ganas de estar.-¿Qué pensás que debe mantener Lanús con respecto a lo que venía haciendo y en qué debe profundizar un cambio?-Tenía un buen juego, una defensa sólida: apenas le hicieron 18 goles en 19 fechas y en dos de esos partidos le convirtieron tres; es...