Furia vial: por qué este fenómeno cada vez más visible en las calles de Buenos Aires debería considerarse una patología

A finales del año pasado, el 65% de los residentes del AMBA percibía que el nivel de violencia vial había aumentado con respecto de 2019

Hay pequeños conflictos sociales que a diario se están dando en la vía pública por maniobras riesgosas o temerarias con o sin roces o roturas entre vehículos, obstrucción de rampas o garajes y hasta insultos o gestos desmedidos que son parte de un fenómeno social que sigue invisibilizado en las calles, las autopistas o las rutas del país y poco se estudia o, menos aún, se previene para evitar incidentes graves: la furia vial.

Son muchos los conductores que se descontrolan al manejar. Esta alteración emocional aparece de pronto en personas aparentemente sanas ante diferentes situaciones en el tránsito y que pueden llegar a anular su capacidad de conducir —señala Carlos Schwartz , cirujano y uno de los 100 sanitaristas que integran el Grupo PAIS (Pacto Argentino por la Inclusión en Salud)—. Vemos constantemente conductores alterados que circulan en zigzag, tocando bocina o haciendo señales con las luces, gestos, azuzando con sus vehículos, pegados a los paragolpes traseros o proponiendo carreras, con otros conductores que también reaccionan de manera violenta e irracional a provocaciones que terminan en accidentes o agresiones. Esto agrava el problema.

Hace casi dos décadas que viene proponiendo incorporar, como en otros países, este problema de salud pública y seguridad en el tránsito mediante la normalización del término, que en inglés se conoce como road rage y, de acuerdo con estudios epidemiológicos publicados fuera de la Argentina, lo experimenta un tercio de las personas al volante. Alrededor de un 2% de los incidentes termina con daños graves contra las personas o los vehículos.

"Quienes padecen furia vial difícilmente son conscientes de ella, la consideran vergonzante y no piden ayuda", describe Schwartz, que también es médico consejero de la Embajada de Francia. " Incorporar el término permitirá que se afronte esta patología , que puede ocasionar desde problemas triviales hasta muertes y que, por diversos motivos, en el país no se animan a calificar, tratar y prevenir eficientemente", agrega.

En investigaciones publicadas en la última década, se la considera entre las manifestaciones del trastorno explosivo intermitente descripto en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5, por su nombre en inglés), el sistema de clasificación universal de los problemas de salud...

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