Los expedientes del funcionario racista siguen paralizados

En una tácita admisión de la red de protección que http://www.lanacion.com.ar/1620226-cancilleria-el-funcionario-acusado-de-racista-fue-protegido-por-su-parejay de sus colaboradores se reactivaron sólo horas después de que LA NACION http://www.lanacion.com.ar/1618024-renuncio-el-funcionario-racista-de-la-cancilleriaEl despertar de esas denuncias, sin embargo, es sólo parcial. Por lo menos un expediente administrativo continúa paralizado en la Secretaría de Cooperación Internacional (Secin) de la Cancillería, que controla Paula Verónica Ferraris, la pareja del funcionario que ya fue removido, según consta en las "hojas de ruta" de las actuaciones que obtuvo LA NACION.Esa decisión contrasta con las reacciones que trascendieron desde la Cancillería durante los días que siguieron a las revelaciones periodísticas. Primero se informó que Merlo había presentado su renuncia y que el canciller Héctor Timerman pidió "disculpas en relación con las situaciones denunciadas" desde hace más de un año por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) por "maltrato laboral".Ferraris, incluso, habría presentado su renuncia ante Timerman, quien no la aceptó, por lo menos por ahora, según trascendió en el Palacio San Martín, a la espera de las conclusiones de los sumarios administrativos que ordenó abrir para deslindar responsabilidades.Los movimientos en la Cancillería de los expedientes en los que se acumularon las denuncias, desde mediados de 2012, pueden aportar luz para determinar cómo actuaron esos funcionarios, según reconstruyó LA NACION.Así, por ejemplo, el lunes 9 de este mes, un día después del primer artículo periodístico y la renuncia de Merlo, su pareja Ferraris reactivó el expediente EXPE-MRE:0050193/2012, caratulado como "Daño a la propiedad e ingreso indebido", tras mantenerlo bajo su órbita directa, sin movimiento alguno, durante los anteriores ocho meses y medio.Ese expediente se había iniciado el 15 de noviembre de 2012, cuando la Unidad de Coordinación de Seguridad (UCSeg) de la Cancillería denunció a Merlo y a varios de sus acólitos por ingresar en un sector restringido donde había documentación sensible y causaron diversos daños a la propiedad.De esas actuaciones, surge que Merlo ordenó que le abrieran el archivo de la UCSeg, tras afirmar que era "la autoridad competente para impartir ese tipo de órdenes". Y ante la negativa, violentó la puerta de acceso, cambió su cerradura y se quedó con la nueva llave del área donde se resguarda "material clasificado"...

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