Fuerte movida del Gobierno para controlar la Cámara de Casación Penal

El Gobierno logró integrar con jueces suplentes que le son afines la Cámara de Casación, el máximo tribunal penal que existe por debajo de la Corte Suprema, con lo que se aseguró que buena parte de las causas en trámite que complican a sus funcionarios en el futuro tengan un trámite más amigable cuando lleguen a ese tribunal. De este modo son siete los jueces cercanos al Gobierno que van a estar en funciones y otros seis que no comparten muchos de sus puntos de vista.

La jugada permitió, por lo pronto, cambiar la integración de la sala de la Casación que tenía previsto decidir el martes próximo sobre la constitucionalidad del pacto con Irán. El Consejo de la Magistratura decidió apartar al juez Luis María Cabral como subrogante en la Casación y nombrar en su lugar al abogado cercano al Gobierno Claudio Marcelo Vázquez. Todo hacía pensar que ese acuerdo iba a ser declarado inconstitucional. Ahora, con la nueva integración, la definición seguramente será postergada. Tal era el apuro por sacar a Cabral que anoche, con el edificio desierto, le tomaron juramento a Vázquez en los tribunales de Comodoro Py 2002.

El desembarco kirchnerista en la Casación es el producto de una ingeniería jurídica que se puso en marcha a fin del año pasado. Incluyó, en primera instancia, la aprobación por parte del Senado de una lista de conjueces integrada por abogados afines al Gobierno para ocupar las vacantes de jueces, que fue aprobada el segundo semestre de 2014. El segundo paso fue la aprobación exprés la semana pasada de una nueva ley de subrogancias. Y el tercero, la votación realizada ayer en el Consejo de la Magistratura donde se hicieron las nuevas designaciones.

Así el kirchnerismo, con la mitad más uno del Consejo de la Magistratura, y la mayoría simple de los senadores y los diputados para aprobar la ley de subrogancias, eludió el camino previsto en la Constitución para designar jueces.

La Cámara de Casación Penal está integrada por 12 jueces divididos en cuatro salas. Nueve de ellos son titulares. Había cuatro vacantes en el tribunal, que hasta ahora eran cubiertas por los propios jueces que tenían su cargo en su sala y subrogaban en otra sala. La excepción era el juez Luis María Cabral, quien provenía de un tribunal oral criminal. El kirchnerismo no había logrado hasta ayer permear la mayoría de ese tribunal donde contaba sólo con los votos afines del juez Alejandro Slokar, de la jueza Ángela Ledesma, en ocasiones del juez Pedro David y a veces de la...

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