Fuerte freno del gasto en seguridad, obras y cultura

El presidente Mauricio Macri suele repetir que su gobierno no levanta la bandera del ajuste fiscal. Sin embargo, sus funcionarios se volvieron bastante más contenidos que sus antecesores del gobierno de Cristina Kirchner en los primeros cuatro meses de gestión, según se desprende del uso de las partidas presupuestarias del Estado que muestra el Ministerio de Hacienda.

A pesar de que recién se podrá corroborar a fin de año si efectivamente hay un recorte, la ejecución de casi todas las partidas es bastante menor que la prevista. El freno en el gasto se ve con especial claridad en los programas vinculados a la obra pública, la inversión del Estado, la seguridad y las áreas de cultura, y en iniciativas residuales del kirchnerismo (el presupuesto actual se aprobó durante el gobierno anterior).

A estas alturas del año, el porcentaje teórico de utilización de los recursos -si se usa en términos cronológicos- debería rondar el 30%. Salvo Transporte, que conduce Guillermo Dietrich, en parte por el gran uso de fondos que hizo Aerolíneas Argentinas, el resto de la administración central está muy lejos de esa cifra.

Cuatro ministerios consultados por LA NACION explicaron que la reducción de las erogaciones se debe a una decisión consciente del Gobierno.

Pero aclararon que esperan cambiar el rumbo en la medida en que se acomoden los problemas fiscales tras la emisión de deuda.

El Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, que conduce Rogelio Frigerio, está entre los que menos uso hicieron de sus recursos hasta ahora. Tiene un presupuesto de $ 41.294,27 millones, una de las partidas más gruesas de la administración pública, pero sólo empleó $ 2294,09 millones, es decir, el 6%.

Entre las actividades más perjudicadas está la obra pública, una de las grandes generadoras de empleo. El programa que atañe específicamente a ese rubro contempla desembolsos por $ 4516,41 millones este año, de los cuales sólo se utilizaron hasta ahora $ 103 millones, algo que se repite en otros programas. Por caso, la partida que contempla "Acciones para el mejoramiento habitacional e infraestructura básica" tiene más de $ 3500 millones, de los cuales aún no se usó ni un solo peso, mientras que de los $ 1641 millones destinados a la urbanización de villas y asentamientos precarios se emplearon $ 16,72 millones, el 1 por ciento de lo disponible, según el análisis que hizo LN Data sobre la base de números de Hacienda.

Quizás el mejor ejemplo sea el programa Techo Digno...

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