Fuegos artificiales para ocultar dramas económicos

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Pocas veces como esta semana surgió del oficialismo una seguidilla de iniciativas testimoniales, tan polémicas como ajenas a las principales preocupaciones cotidianas de los argentinos ante el sombrío panorama económico y social.

Tres denominadores comunes vinculan el sospechoso blanqueo promovido por Cristina Kirchner en el Senado, disfrazado de "impuesto a la fuga de capitales" para cancelar la deuda con el FMI; los ataques políticos a la Corte Suprema, con la amenaza del voto popular para designar a sus integrantes, y la intención de regular las redes sociales en defensa de la democracia a costa de restringir la libertad de expresión.

Uno es que ensanchan aún más la grieta política y acentúan la debilidad institucional, justo cuando los tres poderes del Estado nacional están empantanados, como lo explicó acertadamente Carlos Pagni en su columna del jueves en LA NACION. Otro, que sólo refuerzan el discurso ideológico del kirchnerismo en el enfrentamiento con sus socios del Frente de Todos. Y el tercero es que esas iniciativas difícilmente puedan avanzar, por la sencilla razón de que el oficialismo perdió en diciembre la mayoría absoluta en las dos cámaras del Congreso.

Más bien se asemejan a fuegos artificiales para desviar la atención, que en la mayor parte de la sociedad está concentrada en el agravamiento de problemas reales como la aceleración de la inflación, que en marzo superó el 4,8% de febrero, con una única duda: si la suba tendrá por delante un número 5 o 6. También en las erráticas respuestas del Gobierno para atenuar sus efectos, con viejas recetas y parches que ya probaron su fracaso. A tal punto que ahora incluyen componentes religiosos, como los demonios invocados por el Presidente al referirse a sus causas; o la resignación del secretario de Comercio al admitir que no puede hacer milagros con los precios. Ni uno ni otro reconoció lo más evidente: que la escalada inflacionaria de los últimos meses es el efecto rezagado del impulso fiscal y monetario del plan "platita". De hecho, un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso indica que 48% del gasto de capital de 2021 ($1,1 billón, con un aumento real de 127%) se devengó en el último bimestre del año ($568.300 millones, destinados a obras públicas, fondos fiduciarios y empresas estatales).

La única medida concreta desde que hace dos semanas se anunció la "guerra" contra la inflación fue el acuerdo para bajar y congelar el precio del pan por 90 días, junto con la...

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