Fuego ofensivo: la mayor promesa de fútbol y goles quedó para la final

SANTIAGO, Chile.- Quizá la Copa América no se acercó a las altas expectativas que había despertado en cuanto al juego y el nivel que se esperaba de varias de sus figuras. Neymar y Cavani fueron más noticia por las expulsiones que por los goles. James Rodríguez y Falcao estuvieron tan oscuros y trabados como Colombia. Pero si hay una sensación de cierto desencanto queda compensada porque a la final llegaron los dos seleccionados que desde un principio insinuaban ser los más ambiciosos y valientes, que comparten la intención de ir a buscar el partido antes que esperarlo. Chile y la Argentina están en condiciones de ofrecer una definición que además de ser recordada por el resultado, lo sea también porque futbolísticamente fue atractiva. Las finales suelen ser apretadas y cerradas, pero esta se puede vender por su promesa de gol, porque augura más emociones que tedio. Enfrentará a los dos seleccionados más destacados de la Copa América.

Si algún mensaje deja el torneo es que a los que mejor les fue son los equipos que más arriesgaron, que fueron consecuentes con las convicciones que sus directores técnicos les transmiten a sus jugadores. Y una final no los hará cambiar de idea ni renunciar a lo que vienen predicando. Dos propuestas coincidentes en la presión alta para recuperar la pelota y en su espíritu ofensivo, aunque dispares en la manera de ejecutarlo. Ambos ejercen la superioridad desde la posesión, rubro en el que siempre estuvieron por encima de sus rivales, con una tenencia del 60 por ciento hacia arriba. Una sola pelota para los dos parece poco, por eso en la lucha por controlarla estará una de las claves.

La Argentina apuesta más por la elaboración y la pausa, ensancha la cancha con la circulación de la pelota. Chile es más vertical y vertiginoso, acelera y pasa al campo contrario con varios jugadores. Igual, este planteo no es tan radicalizado como en el Mundial, cuando Chile iba al frente con un ritmo frenético. En esta Copa América intentó defenderse un poco más con la pelota, bajó algunas revoluciones, lo cual le valió alguna crítica. El perfil del equipo se sintetiza en la intensidad de Arturo Vidal para la ida y vuelta, constituido en un volante de área a área. No obstante, no dejará de ser una lucha de estilos porque son dos versiones distintas de ser ofensivo. A los dos les gusta llevar la iniciativa, tener más la pelota que jugar al espacio.

Algunas estadísticas refrendan estas consideraciones conceptuales. Ambos son los...