Fuego amigo hacia el sector fabril

Acababa de terminar la reunión de gabinete económico y alguien le preguntó a Alfonso Prat-Gay qué pensaba del recorte de 0,25% en las tasas de interés que Federico Sturzenegger, jefe del Banco Central, había aceptado anunciar para esa tarde. "Es muy poco", contestó el ministro. Era la mañana del martes en la Casa Rosada. Prat-Gay pretendía por lo menos un 0,5%, y así lo venía repitiendo en conversaciones previas, pero tuvo que conformarse ese día, al cabo de otra larga discusión entre todos, con la mitad: el rendimiento para las Lebac de plazo más corto quedó entonces en 30% anual.

Un paso cuidadoso. Sturzenegger tiene en realidad una divergencia en cuanto a la interpretación que se hace del porcentaje: como se está tomando el valor anualizado de una tasa que se considera sólo para un lapso de 30 días, lo correcto sería hablar de 2,48% mensual. Es decir, apenas por arriba de la inflación del 2,4% que la ciudad de Buenos Aires midió para julio. Y no quiere sorpresas. Viene de ensayar recortes mayores en febrero, rumbo que tuvo que corregir días después, cuando advirtió que ese relajamiento de las tasas en pesos volvía a despertar el interés de los ahorristas por el dólar y fogoneaba los precios. Fue un momento crucial para el Gobierno, porque todos entendieron que la herencia era más compleja de lo que parecía. En la Casa Rosada piensan que ese susto volvió a Sturzenegger más conservador. "Estamos pagando lo de febrero", dicen.

Ese desafío, convencer al doctor del MIT y ex profesor de Harvard de que tal vez sería mejor aliviar la tasa para que se recupere la actividad productiva, lo tiene ahora Mario Quintana, el funcionario en quien ha recaído la coordinación con el ente monetario. Entender las circunstancias en que se da este debate describe también una administración que todavía cree en la autonomía del Banco Central: Macri coincide más con Prat-Gay y Quintana que con Sturzenegger, pero optó por respetar la política monetaria.

En el fondo subyace una vieja discusión académica. ¿Qué se debe hacer primero, bajar la inflación o recuperar la economía? "Nos sobran cuatro puntos de tasa", les aconsejó en estos días a varios del equipo económico Miguel Bein. Pablo Gerchunoff, otro de los escuchados en el macrismo, lo consignó el martes en Twitter recordando a William Phillips, economista neozelandés que planteó en 1958 la relación entre la tasa de desempleo y la variación de los salarios: una política dirigida a la estabilidad de precios...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR