Esa fría debilidad: el 80% de los porteños toma helado

A San Martín le gustaba pasear por la alameda mendocina con su mujer, Remedios. Si era invierno, podía hacer un alto en el camino y pedir un café. En verano, prefería tomarse un helado. Así lo reveló el historiador y periodista Daniel Balmaceda en su último libro, La comida en la historia argentina. En efecto, el fanatismo local por el helado viene de lejos. Aumenta en épocas de altas temperaturas, en jornadas calurosas como la vivida ayer en la Capital, un distrito especialmente proclive: ocho de cada diez porteños consumen helado en primavera y en verano.

Entre ellos, incluso, un hábito consolidó una nueva tendencia: el cuarto kilo desplazó definitivamente al cucurucho, según los resultados de una encuesta elaborada por TNS para conocer las costumbres, las ocasiones de consumo y los sabores preferidos de los argentinos. El mismo relevamiento detectó que, en los últimos 15 años, el consumo per cápita anual pasó de 3,5 a casi 7 kilos en todo el país.

"En mi familia, tomamos helado todo el año. Los chicos reemplazan con helado desde el postre hasta la merienda. Es casi una adicción. Sólo que ahora tratamos de aprovechar las promos porque los precios están caros", confiesa Mariana Castro, que suele frecuentar distintas heladerías de su barrio, Villa Urquiza, con sus hijos de 18 y 14 años.

Daniel Paradiso lleva 35 años como productor de helados y es conocido en el medio como "el creador del superdulce de leche". La suya es una típica historia de garaje. Empezó después de que el dueño de la heladería en la que trabajaba durante los veranos lo animó a ponerse su propio negocio, a fines de los 70. Lo abrió en el garaje de su casa de San Fernando y no pasó mucho hasta que en el barrio se hizo famoso. Un día decidió innovar y probó con agregarle vetas de dulce de leche fresco al helado del mismo sabor. Fue un éxito. Desde entonces, no paró de crecer y la cadena que lleva su nombre de pila ya cuenta con 26 sucursales en el área metropolitana.

En consonancia con la encuesta de TNS, Paradiso asegura que el cuarto kilo se impuso como el formato más vendido en los dos últimos años, no sólo para llevar sino también para consumir en el local: se compra por ejemplo para "caranchear" en pareja, dice.

El segundo entre los más vendidos es la tacita intermedia. Y para desafiar la creencia de muchos, advierte que no hay tanta diferencia entre lo que contiene un cucurucho y un cuarto: 220 gramos contra 250. "Pero el primero es más difícil de compartir", agrega...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR