Franz Liszt, como Tita Merello

Inspiración. Entre Sans Souci, Milonguita, Francesita y Griseta, tangos bellos y paradigmáticos, Enrique Delfino escribió, en 1917, uno muy poco conocido y que porta un título extraño: Re fa si. En Montevideo, donde residía desde 1912, Delfy, como parte del espectáculo, acostumbraba improvisar un tango a partir de las notas que el público le proponía. Re, Fa y Si fueron exclamados, aleatoriamente, por algunos de los presentes y Delfino improvisó, y luego dejó por escrito, su Re fa si. Esta práctica no es ni fue privativa de la música popular sino que también hubo grandes pianistas clásicos que hacían exactamente lo mismo. En Milán, donde Liszt iba a ofrecer un recital, se colocó una copa de plata a la entrada de la sala para que la gente dejara papelitos con ideas que él tomaría como base para la improvisación, en el final del programa. Más complicado (o no) que tres notas para arrancar, entre las propuestas hubo algunas desconcertantes: "La catedral de Milán". Un entusiasta de los progresos en el campo de las comunicaciones terrestres propuso...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR