Las fragilidades argentinas, al desnudo

Putin, Modi, Lula, Alberto Fernández, Ramaphosa y Xi Jinping

Las paradojas argentinas pueden ser infinitas. Mientras la agenda pública está tomada por la discusión sobre la dolarización, reinstalada por el triunfo de Javier Milei en las PASO, irrumpió con la fuerza de lo inesperado una noticia de impacto nacional e internacional, que no podría ir en sentido más contrario a esa corriente.

La aceptación del ingreso de la Argentina y otros cinco países al grupo de los BRICS , que lidera China y que (hasta el 1° de enero de 2024) integran solo Rusia, India y Sudáfrica, cayó acá en el momento más complicado, después de que el Gobierno hubiera estado dos años intentándolo.

Una administración de salida, un Presidente vaciado de poder y un país económica y financieramente vulnerable y dependiente al extremo del exterior (en particular, de Estados Unidos), en medio del rediseño del mapa global, no constituyen las condiciones ideales para procesar una novedad como esta. El orden mundial suele subrayar los errores y las fragilidades de algunos países.

La incorporación queda ahora, atrapado por la puja electoral y refuerza las antinomias políticas internas, exhibe la falta de acuerdos básicos entre las fuerzas políticas principales sobre asuntos neurálgicos para el país y resalta la ausencia de políticas de Estado. Un verdadero dilema de compleja resolución para el presente y el futuro nacional. Otro más.

La dicotomía sobre los beneficios y perjuicios de ser parte de los BRICS es absoluta. Para el oficialismo se trata de un logro histórico que mejora la posición de la Argentina en el mundo y ofrece ventajas sin consecuencias negativas. Para las dos principales fuerzas opositores, una muy mala noticia , de efectos solo negativos.

"Es un error estratégico de política exterior" , sostiene el sector ganador de la interna de Juntos por el Cambio, como lo anunció de urgencia la candidata presidencial Patricia Bullrich . Pero no todos los cambiemitas son tan tajantes. Para Milei y los suyos se trata casi de una aberración de índole moral, equivalente a una membresía en el eje de mal.

El país pendular

No hay matices. Aunque en este tema sobren, precisamente, los claroscuros. El peronismo se propone que este sea un primer paso. Sus oponentes prometen revertirlo si llegan al gobierno el 10 de diciembre próximo. Grietas sobre grietas. El péndulo argentino, en proceso de aceleración . Una vez más.

La complejidad del asunto puede entenderse mejor partiendo de la...

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