La fragilidad institucional de la Argentina: el fraude político

La situación política de la Argentina está un momento de fragilidad institucional inusitado. Este deviene de un fraude político en la base del contrato electoral del actual gobierno con la gente, que desvirtúa la soberanía popular. Además de no tener precedentes en la historia,Aquí no estamos hablando de simples promesas de un político en campaña que no cumple después, sino de algo más profundo, prácticas políticas predatorias que destruyen los cimientos básicos de la democracia representativa moderna:Ha transcurrido más de un año desde las elecciones presidenciales en las cuales triunfó la fórmula Fernández- Fernández. Los ciudadanos estaban convencidos que se cumpliría el mandato constitucional, que el presidente de la Argentina sería Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner ocuparía el rol exclusivo y excluyente de vicepresidente. Ocurrió todo lo contrario. Las contradicciones caricaturescas de Alberto Fernández, la actitud agresiva y contundente de Cristina transparentaron la realidad: la conducción del gobierno la ejerce plenamente Cristina Fernández de Kirchner, quien toma las decisiones de fondo y consolida una red que le responde de manera directa en todas las áreas, resortes y cajas más importantes del engranaje del Estado.No caben dudas que el porcentaje de "no kirchneristas" que votaron por Alberto Fernández, permitiendo la victoria de esta fórmula, si hubiera conocido cabalmente lo que realmente ocurriría (que las decisiones de Estado las tomaría la vicepresidenta y todos los resortes del poder dependerían exclusivamente de ella), el resultado electoral hubiera sido distinto. Por eso, se necesitó fraguar la realidad, hacer trampa, cometer fraude desde la política, para poder ganar incluso en detrimento de la Constitución y en perjuicio de la Nación.La definición de fraude según elEl fraude "político" implicó un acto desleal que burló y violó la confianza usando la lógica del sistema democrático en perjuicio de toda una Nación. La fórmula del Frente de Todos logró el triunfo en las elecciones de 2019 basado en una mentira premeditada y planificada, cambiando la voluntad electoral de una mayoría con un acto intencional y premeditado.La "fórmula ofertada" fue creíble para la gente bajo el fundamento y garantía de la Constitución Nacional, que establece que el Poder Ejecutivo es unipersonal y se ejerce a través del presidente de la Nación. Tan claro es que determina que el presidente es el comandante en Jefe de las Fuerzas...

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